19/11/18

Los que viven del estado y se quejan de los estatales: Un caso

Vamos a intervenir esta nota de Jose Curiotto:

Inviable: la mitad de los argentinos depende del Estado

Aclaración (probablemente infructuosa para gran parte de los lectores): esta columna no tiene la intención de que se despida a ningún empleado; ni que se le baje el sueldo, la jubilación, pensión o plan social a nadie. Es indispensable creer que esta aclaración es verdadera. De otra manera ni conviene meterse en la nota ya que carecería de sentido hacerlo sabiendo que está mintiendo.  

Dicho esto, todo indica que luego de demasiados anuncios a medias, dudas, marchas y contramarchas, la cuestión del ya famoso bono de fin de año comienza a aclararse: los empleados privados lo cobrarán en dos, o en tres, o en más veces, o a cuenta de futuros aumentos, según el grado de dificultad que atraviese la empresa para la cual trabajan. Efectivamente. Es lo que hay. El estado gobernado por Cambiemos es así.

Mientras tanto, los empleados públicos nacionales lo cobrarán durante la primera quincena de diciembre, en una cuota, más un 10% de aumento en sus sueldos. Los empleados públicos nacionales llegan con ese aumento del 10% a un 25%, ya que en la anterior paritaria sólo les fue otorgado un 15%, y cabe aclarar que ese 10% es en dos veces y no todo junto. 

A simple vista, parece un dato más. Sin embargo, lo sucedido en este caso –como en tantos otros- no debería pasar desapercibido. Comparto. La inflación es 40% hoy.

Aunque parezca una obviedad, habrá que recordar que en términos generales la riqueza genuina de un país no proviene del sector público, sino del sector privado. Y que es el sector privado el que genera los recursos con los que se sostiene al Estado y se pagan los sueldos de los agentes públicos, jubilaciones, pensiones y planes sociales. Aunque parezca una obviedad hay que aclarar que los empleados públicos -dejando de lado la discusión sobre lo que es "generar ganancia" o si tienen que generarla- también pagan impuestos para sostener lo mismo que el sector privado, es decir el Estado. Hacen aportes jubilatorios para que se paguen jubilaciones y, por si hiciera falta aclararlo, gastan su salario en alimentos, vestimentas o compran un montón de cosas sobre las que se aplica el IVA en los precios. O sea que ahí también reciben un cobro de impuestos.

El Estado funciona como ordenador y como prestador de servicios esenciales, tales como salud, seguridad, justicia, educación, planificación de infraestructura, de la política económica, social y monetaria, etc. Pero en general –salvo, por ejemplo, empresas con participación estatal o universidades que pueden vender sus productos o servicios- no genera riquezas. Si, el estado funciona como ordenador, pero depende quien gobierne. Cambiemos vino a desordenar todo, o e todo caso a ordenarlo para que los beneficiarios de sus políticas sean distintos a los que lo fueron en los 12 años anteriores, haciendo la salvedad que al sector privado "que genera ganancias" defendido por Curiotto no le fue nada mal.

Las arcas del Estado se nutren de recursos por diversas vías (impuestos, endeudamiento o la falsa ilusión que genera la impresión de billetes). Impuestos, endeudamiento o impresión de billetes que también pagan los trabajadores del estado y no sólo quienes se desempeñan en el sector privado.

Sin embargo, mientras los trabajadores del sector que produce riqueza real cobrarán el bono en dos, en tres, o en más veces, o a cuenta de futuros aumentos; los trabajadores del sector que no genera recursos lo recibirán en un pago, más un aumento del 10%. Acá aparece una cuestión política. El gobierno lo hace por temor a saqueos, manifestaciones o simplemente reclamos de fin de año y no por convicción. A los empresarios estas cosas no les importan.

Es cierto que la situación de la economía está plagada de matices, pero nadie puede negar que son tiempos de crisis económica y que la presión tributaria sobre esos sectores privados que generan riqueza genuina se torna por momentos insoportable –lo reconoce el propio gobierno-. Si la presión tributaria en tiempos de crisis sobre el sector privado es insoportable, imaginate lo que lo es sobre un trabajador estatal.

Lo paradójico es que los empleados del sector que no genera riquezas, gozan de mejores perspectivas y mayor estabilidad de aquellos que trabajan en los sectores que sí producen los recursos del país. Y dale con diferenciar a los que generan riquezas con los que no. Ya me aburrí así que sale chicana: ¿Qué ganancia genera un periodista que escribe en un diario que sin publicidad oficial no podría pagar ni los salarios?

Según el Boletín Fiscal del segundo trimestre de 2018, elaborado por el Ministerio de Hacienda de la Nación,  419.706  personas trabajan para el Poder Ejecutivo Nacional, entes del sector público y empresas o sociedades del Estado. Mjm...

Mientras tanto, según el Ministerio de Trabajo de la Nación, en agosto de 2018 había en la Argentina 8.688.000 trabajadores registrados en el sector privado (6.220.000 de asalariados, 1.589.000 monotributistas, 489.000 en casas particulares, 392.000 autónomos) y 3.165.000 en el sector público, si se suman todas las provincias. Mjm...

El salario promedio en el sector privado en agosto de 2018 era de $25.354. Mientras que el salario promedio en el sector público en general a fines de 2017 -es decir un año antes- era de $28.500. Ta bien... Seguí.

La provincia de Santa Fe tenía el año pasado 173.940 empleados públicos, más 101.540 agentes en Educación, 25.802 Policías y 46.120 en otras funciones. En total suman 347.402 personas, con una remuneración promedio de $29.434 que, a fines de 2018, alcanzará un incremento sustancial gracias a la cláusula gatillo que les garantiza no perder un solo peso frente a la inflación. Me gusta que se reivindique a los sindicatos de trabajadores estatales sin decirlo, pero estos números no están bien; no, están mal. Muy mal.

Mientras tanto, la provincia registra 502.000 trabajadores en el sector privado formal que, en general, no accedieron a este tipo de condiciones ventajosas a la hora de negociar sus paritarias. Acá no sólo se dependo de la dirigencia sindical sino también de quien es el patrón. Muchos prefieren trabajadores con salarios bajos que ni siquiera puedan consumir los bienes o servicios  que esos privados producen. Los empresarios nunca pierden; a veces ganan menos, pero perder, nunca.

Si a los empleados estatales nacionales, provinciales o municipales, se les suman los jubilados, pensionados, personas que reciben planes sociales o planes de empleo, se llega a la conclusión de que alrededor de 21 millones de personas subsisten gracias al Estado. ¿Hay que aclarar que mucho de esos jubilados y pensionados son de empresas privadas, o ex cuentapropistas? ¿Hay que aclarar que quien recibe un plan social o plan de empleo lo hace porque el sector privado no genera empleo o trabajo? Parece que si.

A estas alturas de las circunstancias, ya no quedan dudas de que el Estado, en cualquiera de sus tres niveles –nacional, provincial o municipal- representa en la Argentina la alternativa más segura y estable para todo aquel que pretenden insertarse en el mercado laboral. No esperaba esta crítica al sector privado que "genera ganancia" a esta altura de la nota.

Un país donde lo mejor que le puede ocurrir a cualquier persona es conseguir un empleo público, se encuentra frente a un verdadero problema. Idem anterior.

Mientras el empleo estatal represente el mejor de los mundos y no existan incentivos reales como para convencer a la gente de que vale la pena innovar, arriesgar, emprender y trabajar por cuenta propia; la Argentina no tendrá futuro mejor posible. No se advierten por estos días empresarios con ganas de invertir, arriesgar, emprender o innovar y cuando esto pasa corresponde al estado, y quien lo gobierna, generar las condiciones para que esto suceda, o sea que el sector encargado de "producir ganancia verdadera, real" está en otra cosa.

Nota final: José Curiotto escribe en el diario El Litoral (un diario privado), tiene un programa en Canal 13 (un canal de TV privado) y trabaja también en la radio de la Universidad Nacional del Litoral que, naturalmente, es sostenida por el estado.

Original: http://josecuriotto.com.ar/mirada/inviable-la-mitad-de-los-argentinos-depende-del-estado/

3 comentarios:

gorila gorila dijo...

"... habrá que recordar que en términos generales la riqueza genuina de un país no proviene del sector público, sino del sector privado...

El Estado funciona como ordenador y como prestador de servicios esenciales, tales como salud, seguridad, justicia, educación, planificación de infraestructura, de la política económica, social y monetaria, etc. Pero en general –salvo, por ejemplo, empresas con participación estatal o universidades que pueden vender sus productos o servicios- no genera riquezas...

Sin embargo, mientras los trabajadores del sector que produce riqueza real...

Lo paradójico es que los empleados del sector que no genera riquezas, gozan de mejores perspectivas y mayor estabilidad de aquellos que trabajan en los sectores que sí producen los recursos del país...

¿Qué ganancia genera un periodista que escribe en un diario que sin publicidad oficial no podría pagar ni los salarios?..."


Disculpen si cito tan ampliamente el texto que tenemos ante nuestras narices, pero no puedo evitarlo, da risa y pena.
El animalito confunde riqueza con ganancia.

Sin entrar a discutir las Teorías Subjetivas del valor vs. las Objetivas todos acuerdan que la riqueza son los BIENES Y SERVICIOS independientemente de que generen ganancias para el productor.
Si las externalidades son positivas la razón COSTO SOCIAL/ BENEFICIO SOCIAL define la creación o destrucción de riqueza.
Eso si considerás que el producto es SOCIAL.
Y, aunque las externalidades sean positivas o negativas habrá ganancia para el productor si costo / beneficio PRIVADO ó PÚBLICO es positivo, esto si sos de los que creen que el producto es INDIVIDUAL.
Lo que los marginalistas y sus secuelas explican como costo y beneficio marginal.
Cuestión de ideología, o sea la base de qué intereses defendés.

REPITO, este muchacho CONFUNDE RIQUEZA CON GANANCIA. Y en general sería de los que también confunden gasto con inversión y tienden a pensar que toda la riqueza es lo tangible.

Si usamos la definición más corriente de riqueza de un país como su PBI (sea crudo o PPA y se atienda o no al PBI per cápita), definición para lo cual hay consenso, vemos que:

Si: (cuentas nacionales nivel elemental, por favor)
PBI = C + I + G + X - M = PBI
PBI = C consumo privado + I inversión privada + G que por razones metodológicas incluye gasto e inversión pública + exportaciones - importaciones = PBI

Entonces, queda claro que el sector público genera riqueza.

¡Mamita! Animalito de Dios, qué matete tiene en la cabeza.

Anónimo dijo...

Curiotto. Un intelectual injustamente olvidado.
Perseguido tenazmente por el establishment, no cesa de generar ideas inigualablemente innovadoras y creativas.
Como cuando era propagandista de Barletta y después de Corral (ad honorem, claro), pero siempre manteniendo su intachable trayectoria de periodista independiente, insobornable, acérrimo defensor de la libertad de prensa/empresa.
Habría que juntar firmas para su declaración de ciudadano ilustre.
El Colo.

profemarcos dijo...

Un seguidor de Cristina, ella dijo, en cadena nacional, que los docentes eran "privilegiados".