Dolió mucho ver ese documental, Barricada. Por la constatacion de la cadena de miopías que derivó en catástrofe histórica. Pero el documental anima a realizar algunas preguntas honestas, me parece. La primera... ¿Por qué esta tardía revalorización de Gelbard? Se me ocurre, entre varias razones que otros más inteligentes develarán con seguridad, que el paradigma que suplantó a la trabajosa construcción de Gelbard y Perón (no por subsiguiente, más moderno) fue lo suficientemente contaminante de cuadros técnicos y políticos como para que no aparecieran en los 12 años de gestion peronista reciente, reflejos de aquella ideación tan extraordinaria. La mención al pacto social de entonces, por parte de Cristina, es un acto de justicia para con esas generaciones intervinientes pero revela, también, una complejidad insalvable a la hora de emularlo: los actores de ese momento tan crucial tuvieron estatura y derroteros de vida irrepetibles. La CGE tardó no menos de 30 años en gestarse y gravitar efectivamente. La composición empresaria predominante era del interior con base en individuos que habían pasado por interdicciones sociales diversas, lo que templó un cierto tipo de agentes económicos y sociales. Ni hablar de la construcción del Peronismo en sí, más compleja todavía. Se trató de una convergencia sincronica de procesos independientes y largos, realmente. Mentar un antecedente tal demanda mucha responsabilidad al hacerlo. Es decir, traer a colación esa experiencia exige haberla estudiado a profundidad encontrando los puntos posibles de ser replicados. ¿Se realizó cabalmente ese trabajo? Circula por ahí el Plan Hornero de Asiaín, honesto pero bastante más acotado y menos ambicioso (tal vez más viable acorde los tiempos, por qué no). No es el único plan ni el único equipo trabajando, obvio. Heller supo ser bastante fiel a la tradición Gelbard (sin tener la densidad de visión ni la estatura política de ese antecedente). Pero en tanto extrapartidario quedó pedaleando en el aire con sus propuestas, apenas caracterizado por sus co-aliancistas como un nostálgico inocuo. La cuestión es que ese tipo de empresariado desapareció (en algunos casos, literalmente) y no veo condiciones actuales de replicar ni el 10 % de aquella "turma". Una pena. El Plan Hornero parece centrarse en el hipotético desvío de las ponencias en leliqs en favor de la creación de 500.000 puestos de trabajo. Lo cual es meritorio aunque...¿Que tan seguros estamos de que esa práctica financiera no deje tierra tan arrasada que lo único que quede de ella sea un mar de deuda interna imposible de redirigir virtuosamente? La presentación del libro de Cristina no me pareció, en sí misma, una definición tajante de candidatura. Sin embargo al dia siguiente la mayoria de la prensa afín se obligó a escudriñar entrelineas encontrando evidencias de ello. En lo personal, estoy preparada para aceptar lo que Cristina decida (sería saludable mantener en la mente al menos 2 posibilidades: que se candidatea o que se dedica a la construcción de un frente ampliado, monitoreándolo desde su innegable volumen electoral). Digo esto tanto como para que no emulemos ese pensamiento mágico tan de uso en el votante cambiemita (esto de desear el cumplimiento de nuestros sueños más allá de lo real). Nuevamente, gracias por poner a disposición de muchos esa prueba documental hecha con bastante ecuanimidad. Y si, a la hora de la realizacion del mismo, se filtró alguna simpatía por unos testimonios en detrimento de otros, la trayectoria posterior de quienes aún están vivos, seguramente corrigió cualquier arbitrariedad periodística. Cordialmente, Claudia.
2 comentarios:
Que gran documental! Gracias por difundirlo, será replicado extensamente. Es necesario. Saludos, Claudia.
Dolió mucho ver ese documental, Barricada. Por la constatacion de la cadena de miopías que derivó en catástrofe histórica.
Pero el documental anima a realizar algunas preguntas honestas, me parece.
La primera... ¿Por qué esta tardía revalorización de Gelbard?
Se me ocurre, entre varias razones que otros más inteligentes develarán con seguridad, que el paradigma que suplantó a la trabajosa construcción de Gelbard y Perón (no por subsiguiente, más moderno) fue lo suficientemente contaminante de cuadros técnicos y políticos como para que no aparecieran en los 12 años de gestion peronista reciente, reflejos de aquella ideación tan extraordinaria.
La mención al pacto social de entonces, por parte de Cristina, es un acto de justicia para con esas generaciones intervinientes pero revela, también, una complejidad insalvable a la hora de emularlo: los actores de ese momento tan crucial tuvieron estatura y derroteros de vida irrepetibles. La CGE tardó no menos de 30 años en gestarse y gravitar efectivamente. La composición empresaria predominante era del interior con base en individuos que habían pasado por interdicciones sociales diversas, lo que templó un cierto tipo de agentes económicos y sociales. Ni hablar de la construcción del Peronismo en sí, más compleja todavía. Se trató de una convergencia sincronica de procesos independientes y largos, realmente.
Mentar un antecedente tal demanda mucha responsabilidad al hacerlo. Es decir, traer a colación esa experiencia exige haberla estudiado a profundidad encontrando los puntos posibles de ser replicados. ¿Se realizó cabalmente ese trabajo?
Circula por ahí el Plan Hornero de Asiaín, honesto pero bastante más acotado y menos ambicioso (tal vez más viable acorde los tiempos, por qué no). No es el único plan ni el único equipo trabajando, obvio.
Heller supo ser bastante fiel a la tradición Gelbard (sin tener la densidad de visión ni la estatura política de ese antecedente). Pero en tanto extrapartidario quedó pedaleando en el aire con sus propuestas, apenas caracterizado por sus co-aliancistas como un nostálgico inocuo.
La cuestión es que ese tipo de empresariado desapareció (en algunos casos, literalmente) y no veo condiciones actuales de replicar ni el 10 % de aquella "turma". Una pena.
El Plan Hornero parece centrarse en el hipotético desvío de las ponencias en leliqs en favor de la creación de 500.000 puestos de trabajo. Lo cual es meritorio aunque...¿Que tan seguros estamos de que esa práctica financiera no deje tierra tan arrasada que lo único que quede de ella sea un mar de deuda interna imposible de redirigir virtuosamente?
La presentación del libro de Cristina no me pareció, en sí misma, una definición tajante de candidatura. Sin embargo al dia siguiente la mayoria de la prensa afín se obligó a escudriñar entrelineas encontrando evidencias de ello.
En lo personal, estoy preparada para aceptar lo que Cristina decida (sería saludable mantener en la mente al menos 2 posibilidades: que se candidatea o que se dedica a la construcción de un frente ampliado, monitoreándolo desde su innegable volumen electoral). Digo esto tanto como para que no emulemos ese pensamiento mágico tan de uso en el votante cambiemita (esto de desear el cumplimiento de nuestros sueños más allá de lo real).
Nuevamente, gracias por poner a disposición de muchos esa prueba documental hecha con bastante ecuanimidad. Y si, a la hora de la realizacion del mismo, se filtró alguna simpatía por unos testimonios en detrimento de otros, la trayectoria posterior de quienes aún están vivos, seguramente corrigió cualquier arbitrariedad periodística.
Cordialmente, Claudia.
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