Por supuesto que esto no podría ser sin la colaboración de El Gran Diario que le tira todos los días un poquito de pasto a las fieras.
Las estupideces que hay que leer por todos lados son eso, estupideces, y se sabe que la mayoría de las veces las estupideces las dicen los estúpidos.
Por si se les pasó a estos especímenes les dejo la tapa del hijo putativo de Clarín para que puedan seguir diciendo que -luego de las palabras de Cristina- se sienten unos hijos de puta.
Sería bueno que la forrilada (rara mezcla de forro y gorila) hable con la madre que los parió para tratar de enteder por qué sienten eso antes de destilar su inocuo veneno.
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