Por como viene la cosa esto termina a las piñas. Así que la idea es aportar algo para que los ánimos se calmen y esto no pase a mayores para tranquilidad de todos y todas.
Nada mejor -a mi modo de ver- que un poco de humor infantil, homenajeando, tal como él lo hace con sus colegas, a ese gran humorista del popular que se hace llamar Nik.
PS: Y ahora que me acuerdo de Nik, a ver si algún porteño se apiola y le "sugiere buenamente" que se cambie el nombre ese otario, porque a esas siglas las vamos a necesitar para Néstor Iván -el heredero- en el 2.050 más o menos.
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