15/1/18

"Juan Domingo Bergoglio", dice el escuerzo. A mi me ancantó


Cristina se llevaba mal, o no se llevaba con Bergoglio. Néstor lo mismo. Hay que aclarar que nunca fue POR Jorge Bergoglio sino por sus discursos políticos que, por aquellos días en que era Arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, resultaban muy complacientes para los opositores. 

En contrapartida recordemos que el famoso Tedeum de los 9 de julio se hacía en otras provincias. Se dejaba así sin repercusión mediática lo que a los porteños les decía su Cura preferido. 

Como era natural esto cambió cuando fue electo Papa. Puesto en el lugar de "Francisco", Bergoglio empezó a decir cosas que antes no conocíamos (o no le prestábamos atención) y comenzó a irritar a quienes hasta entonces lo amaban de manera incondicional, me refiero a quienes mantienen su fe en la Alianza Cambiemos.

Pregunta desde el pragmatismo: ¿Cómo te vas a llevar mal con el jefe del partido político con más afiliados del mundo? Sería una tontería; mucho más teniendo en cuenta que es una elección en la que no participás.

Hoy, voluntariosos como pocos, los creyentes de Cambiemos se encuentran en una cruzada para desprestigiar a "Juan Domingo Bergoglio" mientras los funcionarios del gobierno nacional hacen como que nada pasa, al mismo tiempo que los desconcierta que el hombre no visite el país.

En este invito a que leamos al amigo Rogelio que representa como nadie el sentimiento antiperonista, y hoy también Anti-Francisco.

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