Pasó por Sante Fe el candidato de Cambiemos, y cambió. Otra vez. Ya van tantios cambios superficiales que por ahí uno casi que ni recuerda que es un hijo de puta.
Cada vez que estaba por estos lugares lo primero que hacía era buscarlo a Del Sel para sacarse una foto, y juntos se ponían filosofar sobre la vida, la muerte, la finitud de la existecia. De esos encuentros salçian discursos muy filosos y frases tales como "Queremos un país en el que la gente sea feliz".
En cambio ayer, el candidato de Cambiemos hizo honor a su lealtad consigo mismo y como se tenía que juntar con los radicales (un encuentro que le organizó Corral con intendentes de todo el país) desconoción a Del Sel y por supuesto a Reutemann.
Por Reutemann no, pero un poquito de lástima Del Sel me da el pobre. No se merecía ese desplante. Él fue un incondicional de Macri desde la primera hora. Del Sel tiene el problema de los que no se adaptan a cambiar todo el tiempo cada idea o propuesta, como los progresistas radicales santafesinos.
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