25/12/14

Un animal político, por Koni Cherep

Si hay algo que detestamos los K son las auoflagelaciones públicas por algún que otro error o una decisión equivocada. Cuando fallamos lo arreglamos y listo. Nada de andar mariconeando en conferencias de prensa explicando que se hizo mal o que se hará bien a partir de ahora.

Con esa lógica el Compañero (no es de la primera hora pero desde acá le damos la bienvenida) Koni recapacita sobre sus dichos de 2009 sobre las candidaturas testimoniales y viene a poner las cosas en su lugar, inaugurando una especie de "revisionismo periodístico" por si esto fuera poco. 

Las partes en color rojo son las que con su habitual humildad -luego de pedirme consejos- aceptó que yo cambie. Tardía pero válida y valiente reflexión.

Un político, animal
Le hubiese resultado mucho más sencillo decir “arréglense ustedes, yo me voy al sur”, que es lo que en general hace la mayoría de los dirigentes políticos argentinos: ubicarse en un lugar donde no se corran riesgos, ni se responda por el otro.
Por Koni Cherep

La decisión de Néstor Kirchner de encabezar la lista de diputados nacionales parece no encajar en el esquema de la política actual. Desde la reacción absorta de la UCR reclamándole que no haga eso porque “quien fue Papa no vuelve a ser curita”, hasta la mirada silenciosa del Socialismo que trata de encontrar argumentos para darle pelea, todos quedaron shockeados.
 

Es que Néstor Kirchner hizo o hará algo poco común: ponerle el cuerpo a una decisión colectiva que no nació de su propia iniciativa, pero que es la consecuencia de haber valorado el contexto, de haber escuchado a sus hombres de mayor confianza y, sobre todo, de leer que así como él fue la consecuencia, el emergente de una necesidad de grupo, las chances de cualquier candidato ... dependen en un alto porcentaje de su compromiso.
 

Y no alcanzaban los spots bendiciendo a un ... desconocido, ni las gigantografías en las calles con ambos en la foto. No. El Kirchnerismo sabe que corre serio peligro de perder el Gobierno ... Y para evitarlo debe contar con el compromiso de sus militantes. Y Kirchner se calzó el traje de militante y no dudó en aceptar que debía cumplir una función central en esa tarea.
 

Lo venía anticipando. Venía advirtiéndoles a sus adversarios internos que si la situación se complicaba iba a jugar en el puesto que le pidieran. Y lo hará. Cabe preguntarse cuántos en su misma situación están dispuestos a asumir ese riesgo. A correrse de los laureles obtenidos e insistir desde lugares menos cómodos con la construcción colectiva por encima de los intereses personales.
 

En una dirigencia plagada de egos. En un estado de cosas donde sobran frases tales como “yo me quiero medir, quiero saber cuántos votos tengo”, o “yo no voy a ser segundo de nadie”, o “espérenme hasta el 30 que quiero medirme mejor”, o “ yo no sé si me conviene jugar ahí”, o -la más patética de todas- “quiero ser Diputado y no candidato ... para asegurarme algo”, la decisión de Néstor Kirchner resulta claramente extraña, incomprensible y ajena a esa marejada de individualismos extremos.
 

La oposición salió tempranamente a acusar a la determinación de “candidatura testimonial”. Lupín sabía claramente que no sería así. Fue Diputado y, casi con seguridad si los números de las encuestas lo ratifican, ... . De una mayoría que hoy el FPV ya tiene y que ... necesitará para mejorar las condiciones de gobernabilidad.
 

Néstor Kirchner les había advertido a todos y, cuando los demás seguían jugando al Anton Pirulero, planificando sus sueños de consagración personal, proyectando candidaturas para el 2019 o viendo de qué manera se podían colar en puestos que aseguren salida laboral después del 10 de diciembre, él cumplió con la palabra.

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