Quien quiera leer la nota completa del pobre Rogelio, pase por acá.
No es más que un vómito de sus propias frustaciones. Las adjudica a lo que considera un mal gobierno tal como todas las que escribe en el bar de la YPF de la esquina del diario o en la coqueta confitería Las Delicias en la peatonal de Santa Fe.
A veces me pregunto si el tipo está buscando que alguien le emboque una buena piña para tener así un justificativo que explique la "violencia del kirchnerismo", o el "no respeto a las voces disonantes".
Porque lo que uno creía imposible, esto es, superarse a sí mismo en insultos y agravios hacia Cristina, lo logra con mucha facilidad columna tras columna.
También me pregunto si Alaníz es conciente que este tipo de notas en lugar de retirarle votantes o quebrarle militantes al kirchnerismo logra todo lo contrario, es decir reforzar la pertenencia de cada uno de nosotros a ese espacio.
Ojalá nunca nadie le pegue. Ojalá siga escribiendo cualquier porquería sobre Cristina y sobre los Kirchneristas. Necesitamos en frente tipos como estos para tener en claro qué es lo que no debemos ser nunca.
En otras palabras, ¡Alaníz Kirchneriza!
Gracias Rogelio, y que florezcan 1000 "Rogelios", que para eso este gobierno derogó el delito de calumnias e injurias.
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