Antes de ir a internas, Binner y Palo Oliver se pelearon muy fuerte.
Al desacuerdo ideológico le siguió la puja por lugares en la lista de diputados, más el reproche por la inclusión en nombre de la UCR de Mario Barletta.
Los dos se mostraron inflexibles.
Ante eso Binner le hizo una propuesta indecente a Palo Oliver: una valija.
Palo Oliver, víctima de la hybris, le ofreció piñas a buenazo de Hermes quien rechazó el convite porque no daba el peso del púgil santotomesino.
La venganza vino por el lado legal: Le impusieron a Palo Oliver que para que pudiese ingresar a la distribución de cargos a través del sistema D'Hont, cada lista debía pasar el 25% de los votos. Eso no se consigue ni en los países normales.
El resultado fue que la lista de Hermes no sufrió modificaciones, como tampoco (por ahora) el gobierno de Bonfatti ya que el Vice Gobernador de la provincia apoyó la lista contraria a la del Gobernador.
Casi todas las cosas, menos la confrontación electoral interna, escritas arriba son incomprobables. Forman parte ya de la mitología popular de la política santafesina.
Lo único cierto es que quien acercó posiciones fue Libertad. Ella y nadie más logró la reunificación con un argumento casi irrefutable: "Por más progresistas que se digan, los dos se llegaron a donde están porque son los votos gorilas de la provincia los que los pusieron ahí. Déjense de joder".
Ante la verdad no cabe más que rendirse.
A eso sumale que está buenísma, y no queda más que la unidad.
El progresismo en deuda eterna con Libertad Lostumbo.
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