12/7/13

El tomate: Una oportunidad para aprender de una vez por todas

Se habrán enterado -salió por todos lados- que el precio del tomate se multiplicó por 3.

Más allá de las cuestiones estacionales (¿Vieron que la gente anda abrigada por estos días? Es porque hace frío) y otras cosas que nos viene a contar, es necesario recordar una que a mi me parece importante.

Una vez que hicieron noticia con esto del tomate, el paso siguiente es indignar: "¡Con lo que aumentó el tomate me van a decir que la inflación es esa que dice el INDEC!". Esta será una consigna repetida hasta el cansancio por comunicadores proclives a apoyar -cuando no generar- cacerolazos.

Les recuerdo que una de las modificaciones que se hizo en el INDEC respecto a las mediciones de precios tiene que ver con esto y que naturalmente no se va a ver reflejado esto en el próximo IPC.

¿Por qué? Porque la canasta de precios que releva el INDEC es más cercana a lo real que lo era antes. Se acerca mucho más a los hábitos de los consumidores que cuando algo se sale de lo habitual.

Ninguno de nosotros va a comprar un kilo de tomates si está a $100 (ponele), como tampoco quienes dejen de consumirlo por uno o dos meses morirán de abstinencia. No se lo compra y es ahí que deja de ser un producto de consumo masivo en cierta temporada del año.

El INDEC entonces, al no ser un producto que la mayoría consuma, deja de lado su medición para concentrarse en otros que siguen siendo consumidos o vienen en su reemplazo.

Por lo tanto, señora: 
1.- No compre tomate. La van a joder en el precio.
2.- No crea si le dicen que la inflación es "X" porque el precio del tomate se triplicó.
3.- Yo me preocupo por explicarle esto, señora. Ud. preocúpese porque no la hagan poner nerviosa con algo que es nada.

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