17/7/13

El conservadurismo progresista se indigna por Chevron

Una de las dudas que me acaba de asaltar es si los que criticaban hasta ayer al gobierno nacional por la falta de inversiones internacionales en el país ahora dejarán de hacerlo. Uno no piden que se hagan K, o peronistas (aunque sea lo mismo) pero si viene Chevron a poner algún mango por lo menos deberían guardarse un tiempo. Una semana, ponele. Después vuelven porque todo pasa bastante rápido acá.

Pero eso es cosa de la derecha y su tradicional "Nos caemos del mundo por falta de inversiones" o "Tenemos que volver al Fondo en busca de financiamiento". Mejor que sigan diciendo eso. Son muy divertidos. El tiempo y la realidad los pone en su lugar.

Desde otro lugar no tan lejano, la crítica al acuerdo Chevron-YPF viene por otro lado. Tratan de explicarnos quién es Chevron, a la vez que vinculan esto con un presunto no-progresismo del gobierno nacional, tema para el cual me declaro incapacitado para debatir. (Desconozco lo que es ser progresista dado que  tanto Alberto Natale, Barletta, Chacho Alvarez, De La Rua, Binner y otros tantos, se proclaman, o procamaron, como tales)

Entonces los argumentos pasan por camino de "hay que saber lo que hizo Chevron en Ecuador", "que cómo dejamos entrar al país a los socios de Bush", "¡Chevron invadió Irak!", "que el gobierno le permite exportar sin retenciones", "que se le garantiza la libre disponibilidad de los dólares". Se preguntan, "¿Para qué nos deshicimos de REPSOL si después terminábamos entregando a Chevron?. Hasta comparan a Cristina con el ex presidente de Ecuador Abdalá Bucarám cuando se llevóa a Cavallo, y muchas cosas más.

Dichas todas así juntas asustan estas cosas. Meten miedo. Y espantan. Auyentan.

Pero se les escapa un detalle casi imperceptible cuando uno está enceguecido en oponerse a todo: El estado argentino no tiene el gobierno que tenía en los '90. No es lo mismo Menem o la versión prolija que intentó ser De La Rua, que el gobierno peronista de estos últimos 10 años. No es ni cerca aquel estado con aquellos gobiernos.

Entonces Chevron es una petrolera. Una petrolera que busca ganar plata. Son capitalistas. Les gusta la ganar plata. Casi lo mismo hacía REPSOL. Cuando REPSOL no hizo bien las cosas, este gobierno la retiró de YPF y se hizo cargo. ¿Cuál es la similitud entre este estado y el de los '90? ¡Si hasta la derecha dice que vamos camino a ser Cuba cuando se hacen estas estatizaciones!

De las ventajas que obtiene Chevron (digo Chevron para seguir el discurso de estos tipos, pero en realidad son 5 empresas) que se conocieron está la posibilidad de disponer del 20% de la producción que logren a partir del quinto año para exportar libremente.

Tienen la ventaja de una libre disponibilidad de las divisas, es decir, que podrían exportar y dejar la plata afuera sin obligación de liquidarlas en el país. 

También en el caso de que por necesidad de auotabastecimiento se les imponga que esa producción deba ser el 100% volcada al mercado interno, la empresa tiene el derecho a exigir que sobre ese 20% de la producción se le pague el mismo precio, o un precio equivalente, al que le obtendrían internacionalmente.

Insisto con esto: Está Chevron, pero del otro lado está Cristina. No van a hacer lo que quieran. ¿Que tiene ventajas distintas a los demás? ¡Y sí! Traen 1.240 millones de dólares. En los '90, por esa plata, no se asociaban en el 1,3% de Vaca Muerta, ¡SE LA DONABAN ENTERA!

Cristina no tiene que demostrar que defiende lo nuestro. Ya lo hizo varias veces. Pregúntenle a REPSOL, o los bancos que eran dueños de las AFJP.

Los que ahora se indignan con una inversión extranjera se quedaron en otro país. Un país normal. Con un estado que tenía un gobierno proclive a martener a mucha gente excluída de todo. Este es otro país. Un país ANORMAL para los que extrañan los '90.

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