De los '90 a hoy

Por Josefina Campana

Cuando tenia unos 9 años, aprendía a cantar una canción del momento que decía algo así: 

"Y ahora qué?, qué nos queda? 

Elección o reelección para mí es la misma mierda 

Hijos de puta! en el congreso, 

Hijos de puta en la rosada 

Y en todos los ministerios 

Van cayendo hijos de puta, 

Que te cagan a patadas..." 

Y así pensaban(mos) gran parte de los argentinos, con esa idea de Estado y de Gobierno pase mi infancia, con la de no-política, el no te metas, el son todos chorros, todos corruptos. 

Yo admiraba las historias de mis viejos, hablándome de su juventud militante y comprometida, de las charlas, las peñas, el compromiso y de las terribles cosas que pasaron por defender su país, me encantaba escuchar, pero me costaba entender que había pasado en esos años, por qué todo había cambiado tanto, porque yo no podría tener esas vivencias de compromisos, de militancia. 

Casi sin esperarlo, sin imaginarlo un día me llamo la atención, allá por el 2003, cuando todavía cursaba la primaria un flaco venido del sur que bajaba un cuadro de un militar y en mi inocencia yo entendía que ese acto era muy importante. 

Hoy soy militante política hace 8 años, hace 3 que pertenezco a un proyecto político y que me cambió la vida para siempre, que pienso en latinoamérica unida, en la patria grande, en que no haya un solo pibe en la calle, y fundamentalmente siento un compromiso que se reafirma día a día de seguir la lucha, de multiplicar, de profundizar.

Hoy Nestor ya no esta, el Comandante Chavez tampoco, y me encuentro a mi misma, la misma que creció descreída de la política, llorando y con una gran tristeza en el alma, por un presidente, por un revolucionario que nos deja, pero nos invita y nos obliga a seguir.

Gracias a Dios soy parte de esta generación protagonista, y desde mi humilde lugar, voy a seguir. Siempre.