16/2/13

#Obvñzfhnhxds: Teoría, Acción y Revolución

Es mucho lo que uno puede sospechar de un tuit pero poco lo que realmente puede aseverar sobre el pensamiento de alguien. Evidentemente que cuando se trata de alguien público como Beatriz Sarlo los prejuicios afloran y se da por sobreentendido casi todo. Propongo que olvidemos por un instante que es una señora Gorila, que manifestó su voto en favor de Binner, y que cada vez que puede hace campaña por él desde sus columnas. Hay algunas veces que no puede y también hace campaña por él.

Los intelectuales orgánicos nos explican que el #Obvñzfhnhxds fue una falla calculada; casi que nos dicen que fue hecho a propósito para que se hable del protagonista. No entiendo.

Otros, no tan intelectuales pero con la misma motivación, dicen que fue un error y pasan al ataque desaforadamente: "Cuando políticos de relevancia en el Tuitermo como Anibal Fernandez, Mauricio Macri o la propia Presidenta gasta fortunas en abultados equipos gestores de redes comandados por cuantiosos publicistas, el socialista entra por la tangente con un par de asesores de presupuestos  escuetos (para no decir miserable). Y aferrandose de un ¨error¨ pide disculpas, chicanea a Boudou y comenta su reunión con la Secretaria General del Frente Amplio de Uruguay. El cuadro tragicómico llega cuando la Presidenta, en pleno auge del #Obvñzfhnhxds, se pone a tuitear. Una lagrima…" Ir al post socialista. No entiendo.

La explicación del propio Binner -más allá que nadie crea que él maneja su twitter- fue que se sentó sobre el teléfono y el #Obvñzfhnhxds se disparó solo. No entiendo.

Lo que vengo a desentrañar es algo que los medios hegemónicos pretenden escondernos y los medios K aún no han advertido, y es la trayectoria que realizó el elemento pulsador de las teclas del teléfono.

Peronísticamente hablando la pregunta sería ¿Qué tiene en el ojete el Dr. Binner? Creo que es atinado buscar una respuesta ya que a su cabeza no hemos logrado reconocerla.

Analicemos el #Obvñzfhnhxds mirando el teclado de nuestro teléfono celular, tratemos de seguir la secuencia de las letras, y pensemos en el tiempo que nos lleva pensar, repensar, sentir o simular, para escribir un "Yo también", si alguien nos manda un mensaje que dice "te quiero".

Arranca con un #, símbolo que para ser escrito en mi teléfono requiere presionar dos teclas simultaneamente. Sigue con una O mayúscula para lo que también son necesaria dos teclas.

Luego el recorrido es insondable: b, v, ñ y z son teclan que están en la parte inferior (siempre hablando de mi teléfono, pero que no debe ser muy distinto a otros tantos) y pasa a la hilera inmediatamente superior para unas f, h; vuelve por un instante abajo para una n y sube otra vez para otra h, para finalizar con x, d y s que están muy cerca una de otra.

Compañeros, estamos en presencia de un ano inquieto, y no vale en esto la metáfora que nos indicaría que se trata de una persona hiperactiva, descontrolada o hiperquinética. 

Sus nalgas -no se pudo determinar aún con cual de ellas fue presionado el aparato- se mueven de una manera singular. Ese recorrido es difícil de repetir incluso con las teclas de nuestra computadora.

Para ir terminando creo que debemos -de cara a las próximas elecciones- encontrar la respuesta a ¿Qué tiene en el upite Hermes Binner? ¿Estamos ante un culo con vida propia? ¿Es un ojete huesudo o pulposo? 

¿Cómo fue que llegamos hasta acá? ¿Jodeme que vos leiste esto mirando también el teléfono? A lo mejor Sarlo tiene razón y todos caímos en una trampa que andá a saber cuál sería. No entiendo.

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