Quien diga que no ha intentado un levante a través de internet, sea facebook, twitter o el tristemente abandonado messengger, es un mentiroso. Todos hemos engañado y hemos sido engañado en algún momento.
Si se pasa de eso a un encuentro físico entre las personas o si te enganchan mientras estás en pleno coqueteo virtual, son cinco guitas aparte. Pero nadie se salva.
No me vengan los ultra-sensibles de la semiótica con "me gustaría que definamos engaño antes de seguir hablando y bla-bla-bla..." porque no va a conseguir mi atención ni un segundo. ¡Si hasta el Padre Piolini bendijo este proceder!
Esto continúa siendo así en casi todo el país, y me atrevería a decir que la tendencia es a que esto se incremente.
Nada ha cambiado ni cambiará por mucho tiempo... salvo que Ud. viva en una provincia gobernada por el Socialismo, se llame Santa Fe, y le toque un día en el que caigan dos o tres gotas en forma de lluvia.
En ese caso es muy probable es que esta sea la escena por la que le toque pasar.
La conclusión es contundente amigos: El Socialismo conspira contra el amor.
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