16/9/12

Definime éxito

Antes de desinvertir, nos mojan a oreja y festejan de la siguiente manera:  
Los blogueros, tuiteros y facebookeros K esta vez no reaccionaron a tiempo, o su esfuerzo no alcanzó. Tantas fuerzas, muchas de ellas pagadas por el Gobierno, parecieron insuficientes para neutralizar una movida que se cocinó de manera un tanto amateur en las redes sociales y culminó con multitudes protestando en las calles, en la primaveral noche del jueves 13 de setiembre.

Hasta ahora, las unidades básicas digitales parecían dominar el debate político en el territorio de las netbooks, los smartphones y las tablets. Las fuerzas opositoras tradicionales –los partidos políticos– no le encontraban hasta ahora la vuelta a esta nueva forma de pelea. Pero algo pasó en estas semanas . De a poco y sin un orden establecido –y tal vez involuntariamente estimulada desde el Gobierno por la cadena nacional que sacó del aire a Tinelli y Graduados – la consigna que llamaba a protestar o cacerolear el jueves 13 de setiembre logró lo que buscaba: el milagro de la viralización.
Completo.


Es curiosa esta nota en una edición cuyo título principal es un lamento.

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