Cuentan que durante la campaña algunos militantes salieron de pegatinas -no se sabe bien si para las internas o las generales- y sucedieron algunas cosas fuera de lugar.
Los carteles no eran a favor de un candidato, es decir por la positiva. Eran parte de una campaña de desprestigio encarada por un grupo organizado, para lo cual era necesario tomar todas las precausiones para no ser descubiertos. Eso incluía: Dos días antes al operativo hacer recorridas por el lugar escogido para ver el movimiento de la zona, tomar fotografías y, por sobre todas las cosas, asegurarse que no hubiese cámaras de esas que ahora te mandan en cana en 5 minutos.
Naturalmente que también era necesario que el lugar no estuviese vigilado por las fuerzas policiales del binnerismo.
Una de esas noches, con todo el trabajo previo ya realizado, el grupo salió de operaciones con sus carteles. Iban en varios coches. Llegó la hora de hacer la pegatina y todo estaba en orden. nadie a la vista. Acción. Los carteles fueron pegados.
Pero ocurrió que una patrulla perdida -literalmente, un patrullero, para ser más claro- se apareció en el lugar. Los hombres y mujeres que trabajaban en la clandestinidad más absoluta corrieron en busca de un escondite, que como ya se habrá advertido, se conocía de antemano.
Infelizmente uno de ellos escogió un árbol para esconderse, pero una parte del cuerpo no llegó a ser cubierta, no se sabe si por el escaso ancho del nogal, o por lo excedido en curvas y peso del escondido.
Los canas podrán ser brutos pero no son ciegos, y a pesar de lo cerrada que estaba la noche, notaron una protuberancia extraña detrás de uno de los arbustos, y hacia ese lugar fueron.
Cuando llegaron encontraron a un hombre descompuesto, casi vomitando, que les explicó que había detenido la marcha de su vehículo porque se sentía mal. Los agentes del orden se pusieron a disposición del vomitante y hasta llegaron a ofrecerle escoltarlo hasta su casa en caso de necesitarlo.
- No se preocupen muchachos, gracias. Si yo no puedo mi mujer sabe manejar, dijo el pegatinero.
Los agentes se retiraron. Ya no hacía falta seguir fingiendo una descompostura y se contaba con vía libre para la retirada. Volvió a su auto y arrancó.
Fue justamente en ese momento, tal vez por el ruido del auto del vecino, que me desperté. Fue un sueño muy raro que le voy a contar a mi psicóloga en la próxima sesión. Seguramente me pedirá que lo cuente nuevamente y luego me preguntará qué significa el sueño para mi. No lo sé, volveré a decir, no lo sé.
3 comentarios:
El vómito era por el pegamento? (Elabas)
Barricada ojo con la pinturita que usa que es tóxica, le afecta el cerebro y tiene sueños extraños.
En la próxima cuando sueñe haga como que está meando, así es más fácil y nadie sospecha.
Pegatinera Legal.
Soyapa, disculpe. ¿Estuvo Ud. compartiendo algo con algún empresario del transporte de cargas?
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