El todavía presidente del PJ santafesino Ricardo Spinozzi, que ha sido un soldado fiel a Reutemann durante lo que se conoce de su vida política. Se sabe que esta relación con el Lole es unidireccional. Él nunca te va a bancar, salvo en las buenas, qué digo buenas, tienen que ser muy buenas.
Spinozzi ha sido uno de los "explicadores" de los silencios, y también de las pocas palabras del Senador, y hoy, tal como le ocurrió a Jorge Giorgetti y a Alberto Hamerly, por nombrar sólo dos incondicionales, quedó solo, en bolas y a los gritos.
Pero lo peor es que grita mal. Me parece bárbaro que le pegue un chirlito a Binner, pero podría hacerlo desde cualquier otro lado. Si se calza el ropaje discursivo de kirchnerista le sale mal, no es creíble. Se puede seguir siendo opositor desde el lugar en que uno estaba antes.
Lo de Mercier, por ejemplo, cuando dijo que iba a acompañar desde el silencio a la fórmula electa en las internas, no estuvo mal, y muchos respiramos aliviados.
No se, de onda lo digo.
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