20/8/11

Señoras y Señores

Hace unos días me preguntaba cuánto faltaba para que Rogelio Alaniz se animara a colocar en el título de una de sus columnas "La señora", refieriéndose a la presidenta Cristina Fernández, que vaya uno a saber qué o quién le impide nombrarla por su nombre o por sus títulos, todos obtenidos en buena ley.

Podría decir la Presidente como dicen quienes se molestan por de tener una mujer en ese cargo, la Doctora como se le dice a las abogadas, o ya cayendo un poco más bajo podría llamarla como la Viuda o directamente la Yegua. Eso sí, Cristina le decimos nosotros, los que somos compañeros. Los otros tal vez para diferenciarse la llaman de todas estas formas, y otras igual de despectivas para distanciarse, como si hiciera falta.

Es curioso que un hombre tan respetuoso y que pide respeto a las instituciones, que se queja de los "atropellos" del kirchnerismo a la república, que protesta desde sus columnas cada vez que siente que "se vulnera la constitución", que se indigna por "casos de corrupción", que no viene mal recordar son los mismos que viene repitiendo hace años y todos de ex-funcionarios, aunque ahora sumó como guncionarios kirchneristas a Schoklender y Zaffaroni, utilice el término "la señora" de forma tan despectiva a la hora de referirse a quien ejerce la primera magistratura.

Es curioso también porque una de las quejas permanentes de sus columnas, incluídas las paupérrimas "mesa de café" en que cuatro descerebrados discuten desde la cabeza del autor, es sobre el desprecio por las formas que tiene el kirchnerismo.

Pero si uno no se queda en la primera impresión descubre claramente que la intensión de Rogelio no es ser despectivo, ni irrespetuoso, ni siquiera caer bajo. Lo que realmente le interesa es quedar bien con su tribuna -a esta altura platea y palco vip- que supone quiere leer eso que él escribe. Es la misma gente que lo escucha en la radio universitaria los domingos a la mañana, y que le deja mensajes de agradecimiento cuánto más antiperonista es su discurso. (A los otros no los pasa).

La mayoría de su audiencia y de sus lectores supuestamente esperan estas palabras de él, y el tipo complace. Como también complace a los dueños del diario, que no en vano lo hacen escribir las editoriales.

Siguiendo a Alaníz, podríamos decir que a él lo escuchan "otras señoras", que nada tienen que ver con Cristina, y sí con estas del video que su columna me llevó a recordar, sobre todo por las forma en que pronucian la palabra señora.

2 comentarios:

Dr. Gonzo dijo...

Un pequeño empleado de diario de provincia, con un modesto dominio del castellano y la misión de satisfacer las necesidades de una tribuna con olor a naftalina no merece ser situado en medio de batallas políticas importantes, de esas que hacen historia, como las del video. No le hagamos ese favor. Después de todo, ni él se espera mucho más que el sueldo a fin de mes y una que otra palmadita en la espalda. Y, al final de su carrera, el agradecimiento final: "Venga Alaniz, tome la Parker carajo!"

MÓNICA ADRIANA dijo...

GRACIAS A DIOS CON CRISTINA ESTÁN LOS JÓVENES, Y CON LAS PASO NOS VAMOS SACANDO A MUCHOS VIEJOS CARCAMANES COMO EL DE LA NOTA