Dice Morales Solá sobre el final de su dominical columna: En ese contexto de un pasado omnipresente debe incluirse el proceso judicial de ultraje y vejación que sufrieron los jóvenes Herrera Noble, hijos de la directora de Clarín. Aun cuando fueran víctimas de las violaciones de los derechos humanos en los 70 (lo que no está probado), ¿por qué los sometieron a un proceso de acoso y persecución propio de victimarios? ¿Por qué la humillación humana a personas que no hicieron nada?. Y, vos viste Joaquín, las cosas cambiaron. Ahora al cana es distinta, persigue a cualquiera y por cualquier motivo.
El derecho a la verdad del pasado, que existe, no es más importante que el derecho a la intimidad de las personas en el presente, que también existe. La Justicia no está habilitada, además, para ordenar la cacería y el maltrato de ningún argentino inocente. Fijate si con la gente sana y decente de la sociedad hacen esto, lo que harán con un negrito de una villa si lo encuentran en el centro a las 3 de la mañana dando vueltas. Por supuesto que con el General Bussi estas cosas no pasaban.
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