Era un autazo.
Vean todo lo que tenía.
Lo llamamos el "Barle-Móvil" por aquellos días.
Lamentablemente algunos intolerantes lo incendiaron estando estacionado frente a la casa del actual intendente José Corral.
Los mala-leche dicen que fueron los propios radicales porque no se bancaban los números de su patente, pero a esto no lo hubiese podido comprobar ni Nisman.
Hoy Barletta ya no es intedente. No puede comprar autos para hacer su campaña interna (que también va a perder), y el pobre se tiene que arreglar con lo que le alcanza con por la guita que maneja.
"Esto demuestra que se puede ser feliz con lo que uno consigue y no es necesario ser pretencioso", habría dicho Genoveva, agregando: "Me refiero al auto".
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