28/12/14

Heterodoxia para principiantes

El economista santafesino Diego Rubinzal es fuente de consulta para cualquier comprovinciano que busque una mirada alejada del coro de voces del establishment económico financiero. Contador público, profesor de Economía Política y profesor invitado cursos de posgrado en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional del Litoral, escribe en el Suplemento Cash y el periódico Acción del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. Autor del libro "Historia Económica Argentina 1880 2009. Desde los tiempos de Julio Argentino Roca hasta Cristina Fernández de Kirchner", fue convocado por Rosario/12 para trazar un balance del año que se va --"el más difícil, en el terreno económico, de los 11 años de gobiernos kirchneristas"-- y algunas perspectivas sobre el 2015. "Las últimas medidas que tomó el gobierno permitieron recomponer la tenencia de reservas. Si esa tendencia continúa están dadas las condiciones para que el 2015 sea mejor que este año", aseveró Rubinzal.

-Tras un año de especulaciones con el dólar ilegal y el perjuicio que traería a la población la falta de acuerdo con los fondos buitres, ¿cuál es su evaluación sobre la situación económico productiva con la que se llega a 2015?
-Considero que fue el año más difícil, en el terreno económico, de los 11 años de gobiernos kirchneristas. Empezó muy mal, con una devaluación exagerada, aceleración de la dinámica inflacionaria y pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores. El año culmina mucho mejor. Para entender un poco por qué se produjeron las convulsiones de principios de año es necesario explicar por qué se produjeron tensiones en el mercado cambiario (es decir, pérdida de dólares). La lectura de cierta dirigencia política empresarial es que la devaluación de enero demostró el fracaso del "relato" oficialista. La inexistencia de problemas en la balanza de pagos de los países "serios" demostraría la ineficacia de las políticas "populistas".

Una revisión comparativa de las cuentas externas desmiente esas apresuradas conclusiones.

Los componentes más importantes de la balanza de pagos son la cuenta corriente y financiera. La primera muestra el resultado del intercambio de bienes y servicios. La segunda refleja la diferencia entre las entradas y salidas de capitales por conceptos tales como inversión extranjera (especulativa o productiva), préstamos, depósitos de residentes en el exterior, etc.

La irrupción del déficit en cuenta corriente implica dos alternativas posibles (o una combinación de ambas):
  1. Ingreso de capitales compensatorios (vía préstamos o inversiones)
  2. Caída de las reservas internacionales
La cuenta corriente de los países latinoamericanos se mantuvo positiva durante buena parte de la década anterior debido a la mejora en los términos de intercambio. La tendencia se revirtió por una serie de razones internas (mayor demanda de importaciones debido al elevado ritmo de crecimiento económico) y exógenas (retroceso del precio de los commodities en relación a los valores récords del 2011).

El reseñado proceso culminó con un déficit de cuenta corriente, de entre 3 y 6 por ciento del PIB, en la mayoría de los países latinoamericanos. Así, esas naciones pasaron de acumular reservas por valor de 104.935 millones de dólares - en 2011- a incrementar sus tenencias en apenas 2.003 millones de dólares durante el año pasado. COMPLETO

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