10/4/14

Mis compañeros de trabajo y el paro

Como en todos los organismos de la administración pública hay habitantes de todas las "capas geológicas". Algunos quedan de la época en que se inauguró, otros que ingresaron con el gobierno de Perón, otros con el de Isabel, también hay quienes ingresaron durante la dictadura. En el '83 la avalancha radical no sólo fue de votos sino también de ingresos a este lugar de trabajo. Están los que ingresaron durante el menemismo -yo entre ellos, año 93- otros con la Alianza y algunos de la época de Néstor.

Con Cristina ingresaron unos pocos en planta permanente y otros que aún siguen en calidad de contratados. Llegaron a este lugar algunos de los despedidos por los bancos que trabajaban en las AFJP, y hoy tienen los mismos derechos que cualquiero otro. No podía ser de otra manera.

Una primera lectura de este cuadro de situación indicaría que no nos hablamos porque somos y pensamos todos distintos o que por lo menos estamos bien diferenciados en bandos. Sin embargo no todo es tan lineal.

Algunos peronistas ingresados en los 70 son "peronistas de Perón" y otros "peronistas K"; los ingresados en la dictadura han apoyado luego al gobierno de turno, una especie de oficialismo perpetuo mientras otros reivindican la época en la que "se podía salir a la calle y ningún negro te afanaba el celular" (ni siquiera se les puede explicar que él único celular que había era de la cana porque no lo van a entender nunca).

Algunos radicales siguen fieles a Alfonsín, otros viraron radicales K y a otros dejó de interesarles la política. Algo parecido es con los que llegaron durante el gobierno de Menem y los de De la Rua. Los que por ahora no se movieron son los K, mientras que los de las ex AFJP son unos especímenes muy raros.

Menos los K, en cualquiera de sus variantes, el resto es gran puteador del gobierno nacional. Se prenden en todos los cacerolazos, maldicen y despotrican contra varias políticas de CFK, la AUH les parece clientelismo del peor, están segurísimos que la Ley de Medios es sólo un pobre intento de atacar a la prensa independiente y todos los etcéteras que se quieran imaginar, siempre en contra.

Ni hablar cuando por paritarias nos dan un aumento. Lo primero que dicen es "Y si, nos lo merecemos, pero se lo lleva todo el impuesto a las ganancias".

Hoy 10 de abril, que una CGT y una CTA convocaron a un paro general, que no había medios de trasporte, que teoricamente era "EL DÍA" para expresar en forma clara y contundente su disconformidad es uno de los días con mayor grado de presentismo. Ni siquiera llamó alguien para reportarse enfermo, aunque sí algunos lo hicieron manifestando que no podían llegar por problemas de transporte.

No sólo el movimiento peronista tiene sus contradicciones internas. Las del cacerolismo son aún más profundas y notorias.

Le pregunté a dos por qué no habían adherido al paro. Uno dijo que vino a pesar de vivir lejos porque "para qué me voy a quedar en mi casa?". El otro ofreció una respuesta política: "Ni loco le hago el juego a esos negros de mierda de Moyano y Barrionuevo"

Pinta para ser un día tranquilo. Va a venir poca gente. De todas maneras yo ya estoy pronto para dar batalla vestido para la ocación con una remera Ultra-K, para resistir los embates virulentos de la derecha que ni sabe que lo es.

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