18/3/14

Propuestas republicanas para generar una sensación de seguridad

Por eso, el programa que se ponga en marcha, en su proyección tiene que plantearse un crescendo, de modo que el vecindario se comprometa cada vez más con el accionar de la autoridad, apropiándose de ésta, comprometiéndola y valorizándola en su tarea.

Es probable que una primera experiencia con la policía de cercanía, que patrulle los barrios a pie, no logre impedir los delitos mayores, pero es muy posible que logre generar una sensación de seguridad a partir de la eliminación de jóvenes ruidosos, música excesiva, individuos alcoholizados, drogados, mendigos, trapitos, limpiavidrios, que alteran la tranquilidad y el orden en el barrio, situación que suele someter a sus habitantes a una tensión defensiva que los aísla y que a la larga termina expulsándolos a otros vecindarios.

Por supuesto que cuando la policía los controle y encuadre, seguramente aparecerán en escena organizaciones de izquierda que la acusarán de discriminación y tratos inhumanos. Pero ése es un costo que hay que pagar si se quieren recuperar niveles razonables de seguridad. A la vez, es una buena oportunidad para insertar en la agenda de los derechos humanos, los derechos de los vecinos, alterados, menoscabados y violentados física y moralmente hasta el extremo de su expulsión del vecindario, en un clima delictual impregnado de la sensación de impunidad. COMPLETO

Claro que las negritas y el colorido me corresponden, pero no deja de asombrar el obsesivo desprecio que los dueños del diario El Litoral tienen por los trapitos y limpiavidrios quienes, según su forma de entender la realidad, son causantes de inseguridad en los barrios.

Conviene también si uno se cruza con esta gente bajar el volumen de la música para que la sensación de seguridad aumente a niveles razonables.

Se ruega a los grupos de izquierda y organizaciones de Derechos Humanos no salir en defensa de estas gentes porque lo único que lograrán es ser estigmatizados, aún más, como defensores de lo que para el sector sano y decente de la sociedad santafesina son los principales responsables de TODO lo malo.

Eso sí, ni una palabra referida al Ministro de Seguridad de la provincia. Amigos son los amigos pero clientes publicitarios son mejores.

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