Ser Peronista da trabajo.
Aunque te guste o no el trabajo hay que trabajarlo.
Hay Peronistas que aman el trabajo y a los trabajadores y hay los que se sienten Peronistas odiando trabajo y trabajadores.
Da trabajo tener que rendir cuentas ante propios y extraños, locales o extranjeros.
Si sos negro, el trabajo de tener que demostrar que sos buen Peronista y persona.
Si sos rubio también y te dirán que sos negro por dentro de todos modos, los que tanto trabajo tienen en entender al ser Peronista.
Si sos judio y Peronista, tenés que explicarlo a la colectividad restante y al Peronista no judio también, aunque un Peronista sea también sin saberlo sin distinción de nada; turco, gallego o incluso africano o al revés mismo, pero siempre hay que aguantarse el tener que explicarlo sin fronteras piadosas que contengan al sentir Peronista.
Aunque haya comunistas y socialistas de todos los colores y votos en Argentina y en el mundo, decirse Peronista necesita una explicación, a veces no alcanza citar las 20 verdades Peronistas, ni a Evita capitana y Peronista ni a Néstor ni a Cristina, altamente consecuentes del sentir Peronista.
Porque para un Peronista no hay nada mejor que otro Peronista y es la prolongación de la patria que es el otro, sabiendo o no que también es Peronista.
El trabajo es tener que trabajar el odio restante de los que quieren matar al Peronista sin darse cuenta que no hay mano de obra para el bien o para el mal que no sea Peronista. es matarse entonces a si mismo.
Matar la patria Peronista es matarse por ende regresando al axioma de aquellos que no lo sabían y lo eran.
Pero es muy Peronista lo que Dolina aseguran dijo o escribiera, de que "La vida está llena de viejos amigos que uno todavía no conoce".
Amigos y patria, trabajo y consecuencia.
Esta es la Argentina Peronista.
Y si no lo sabías, no importa, la ignorancia, como muchos indican con odio o con incluso sabiduría, es incorregiblemente Peronista.
Salú!
Tomado de este sitio.
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