5/7/13

De la izquierda al centro y de ahí a la derecha, luego sigue girando

Jóvenes socialistas se rebelan 
“El FAP giró a la derecha”
Militan en el partido de Binner pero critican a su líder, la alianza con la UCR y piden la reforma de la Constitución. El rol de la oposición. 

La persistencia es una cualidad que tiene un alto grado de valoración. En una pareja, en una amistad, en una relación laboral, uno “aguanta” ciertas cuestiones que no lo conforman del todo y que lo llevan a uno a hacer la vista gorda. Pero llega un día, ese día, en que todo explota, los trapitos se exponen al sol y nunca nadie sabe en qué puede derivar. En política es igual. 

Así lo reflejan Andrés Lorusso, de 24 años, secretario adjunto de la juventud del Partido Socialista, y Maia Lata, de 28, concejal de Avellaneda desde el 2011 por el Frente Amplio Progresista. Ambos tienen ocho pedidos de expulsión por parte del espacio que lidera Hermes Binner porque, básicamente, están absolutamente en contra del rumbo que tomó el partido. 

“Hoy por hoy el Partido Socialista está huérfano de debate interno”, explican a dúo en diálogo con Veintitrés.

Los dos empezaron a militar en sus barrios hace casi diez años. El acercamiento al partido se dio casi por casualidad, pero encontraron en el socialismo muchos valores que los representaban. 

“Me gustaba mucho en ese momento Jorge Rivas y yo me consideraba una persona de izquierda democrática. Me parecía que la vía parlamentaria que plantea el socialismo era una buena alternativa y militaba mucho desde lo territorial. Desde la juventud socialista nos sentíamos con libertad para trabajar y para movernos”, cuenta Lorusso. 

 Maia militaba en asambleas barriales y llegó al partido a través del trabajo en una biblioteca popular donde conoció los pilares de lo que luego abrazaría como ideales. Pero el lugar para los jóvenes dentro del partido no fue el que esperaban. 

“Hay dos camadas muy marcadas. Una de los mayores de 60 y otra los menores de 30. En el medio no hay mucha militancia. Por eso la construcción juvenil tuvo sus altibajos, no había desde la dirigencia mucho fomento a la militancia. Cuando nuestro espacio empezó a tomar un poco más de cuerpo nos empezaron a mirar de otra forma, con malos ojos, porque estábamos empezando a confrontar con el poder del establishment partidario. Teníamos votos propios, armábamos listas, dábamos los debates. El Partido Socialista tiene una forma muy sectaria de hacer política y nosotros queremos seguir avanzando y creemos más en una lógica movimientista que partidaria

¡Tre-men-do! Para pensar y relexionar este fin de semana.
 

No hay comentarios: