23/7/12

"Lo más democrático es que cobre el que sale sorteado", habría dicho el intendente

Gustavo Pueyo, un ejemplo de administración eficiente y eficaz. Ojalá que aprendan sus correligionarios.

La municipalidad de la localidad cordobesa de Bialet Massé comenzó a sortear con un bolillero a los empleados a los que les depositará el sueldo, ante un fuerte déficit fiscal y ahogo financiero.

Las autoridades municipales le asignaron un número a cada uno de los estatales y con un bolillero ubicado en un despacho del palacio comunal elige por medio del azar quienes serán los afortunados en percibir su haber.

La medida fue implementada por primera vez el viernes, para determinar quiénes de los 98 trabajadores cobrarán los sueldos de junio y julio, y en qué fechas, informó el portal Cadena3.como este domingo.

La primera rifa arrojó como "ganadores" a unos 20 empleados estatales, por lo que otros 78 deberán esperar hasta un próximo sorteo o hasta que el municipio reciba ayuda financiera de la provincia y pueda abonar todos los haberes.
La secretaria de Economía de la localidad, Alba Caballero, señaló que de acuerdo a lo que recaude el municipio en materia de tasas y servicios, serán los sueldos que se pagarán en la jornada.

"El próximo lunes veremos cuánto recaudamos y alrededor del mediodía decidiremos cuántos salarios podemos pagar", indicó la funcionaria al respaldar la medida.

La razón de esta inusual metodología es la caída en la recaudación propia: "Las tasas y servicios municipales son los últimos que la gente paga, porque sabe que no se cortan nunca", aseguró Caballero.

Y agregó: "Pensamos que debían cobrar primeros quienes tienen sueldos más bajos, pero ellos (por los empleados) decidieron que el mejor sistema era el de sorteo con bolillero; no fue impuesto por la patronal".

De acá

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso pasa cuando en vez de recaudar tasas, buscan chorearles las propiedades a la gente con maniobras entre la muni, el juzgado de cosquin y los estudios juridicos, que se quedan con la torta y las propiedades, perjudicando a los verdaderos dueños y al estado municipal.