Diálogo y toleracia

Que Cristina no dialoga es ya un clásico que repite cualquiera con el que uno se encuentra.

Y que esa conducta se le adjudica a que es autoritaria.

Si uno se pone a preguntar, para ver como sigue la cosa, aparece que es revanchista.

Lo que a su vez viene de su ideología setentista y su chavismo.

Sin embargo esa ideología, que a su vez es revestida de progresista, no le impide enriquecerse todo lo ilícitamente que pueda.

Más o menos estas cosas son las que acríticamente repiten y replican muchos dirigentes opositores, a lo que hay que sumarle la cuestión psiquiátrica de la presidenta -su bipolaridad- como también aquello que Néstor prefirió morirse antes que perder otra elección. Pero pasemos estas por alto -por ahora- para atender mejor a las primeras.

Que se digan estas cosas no es casualidad. Seguramente muchos dirigentes lo piensan y lo repiten lejos de los micrófonos y las cámaras, como también muchos anónimos lo hacen.

Esconden detrás de una imagen de tolerantes sus verdaderos pensamientos, mientras que a la par acusan al gobierno de haber generado crispación, de haber dividido el país en dos y otras barbaridades que consideran imperdonables.

Pero esto es política y algunos todavía creen que todo vale. Y la verdad es que muchos creemos que ya no. No todo vale, ni todo es lo mismo. Algunos creen que pueden tratar de yegua, puta, sorete o lo que sea a la presidenta y luego, como si no pasara nada, los tiene que recibir muy sonrientes y escucharlos.

Y no es así. Así era Menem. Le podían decir de todo y el tipo se mataba de risa. Después hasta se comía un asado con el que lo había verdugueado, o hasta se mandaba un pacto de olivos.

En el fondo estos tipos extrañanan los '90 donde todos se decían de todo y nadie parecía molestarse. Que le digan a la presidenta que su hijo es un "Drogadicto, medio tonto, que no abre la boca más que para festejar un gol con la play-station" no puede ser considerado ni siquiera como una barbaridad.

Yo no soy Máximo, ni sé qué será de su vida, pero yo lo perdono a este diputado. Ahora, por favor no me pidas que me olvide y que ponga cara de que acá no pasó nada, porque pasó. Y va siendo hora que se hagan cargo de lo que dicen, lo que los va a llevar a entender por qué algunos pensamos que no se dialoga con gente así.

Finalmente: Este es el tuit donde el reverendo pelotudo del hijo del que fuera minsitro de Alfonsín, Ideler Tonelli, pide disculpas el muy forro, pero pide disculpas por twitter el muy cagón hijo de puta porque no tiene los huevos suficientes como para llamar por teléfono para decir "me equivoqué". Un estúpido, un hijo de puta y un deforme. Una mala persona.

Ojalá pudiera hacer que lea esto así le pido disculpas como si nada pasara, y ahí mismo nos ponemos a dialogar.