8/1/12

La alegría es sólo peronista 3

Ponele que haya sido todo lo de Cristina una gran opereta, por supuesto con algún fin inconfesable.
Ponele que fue todo mentira y que se metió al quirófano para hacerse un lifting, y sale más jóven y más linda de lo que era.
Ponele que te doy que los Kirchner son unos perversos, tal como vienen diciendo hace rato, y hacen estas cosas simplemente por un fin político.
Ponele que te admito que el kirchnerismo es una maquinaria que hace todo para perpetuarse en el poder, y no se fija en costos, ni gastos.

Ahora, si yo les doy todo eso, todos los periodistas que la van de independientes, me tienen que dar que SON UNOS PELOTUDOS.

Porque si sabiendo todo lo que dicen que saben de los Kirchner, su autoritarismo, lo mentirosos que son, lo perversos que son, lo psicópatas que son, no fueron capaces siquiera por un instante de dudar del comunicado oficial y salieron como tontos a explicarnos qué era un Carcinoma de Tiroides, estamos frente a periodistas que son unos salames de cuarta.

Entonces muchachos, no se hagan los enojados con que "Cristina no tenía cáncer", "Los médicos nos mintieron", porque todos los días hay que leer un millón de columnas en las que citan "fuentes del gobierno" que les cuentan tal o cual cosa, cuando todos sabemos que no es así.

¿Qué pasó ahora con esas fuentes? ¿No les tiraron ni media data o realmente no tiene esas fuentes? ¿Están de vacaciones? ¿Por qué bastó con el comunicado oficial para tornarlos unos idiotas crédulos de un gobierno al que dicen no creerle nada de lo que dice, ni de lo que hace por más a la vista que esté?

Quedaron como pelotudos y eso los tiene locos. No van a parar de decir giladas de ahora en más.

Mientras tanto, un beso para todos y todas.

2 comentarios:

Rucio dijo...

JA! buenísimo... no lo había pensado por ese lado.

Anónimo dijo...

Sin límites éticos no profesionales, los diario Clarín y Perfil lamentaron tener que publicar que la Presidenta no tiene cáncer, publicó el Diario Crónica.

Hay infinidad de interpretaciones sobre el rol de los medios en una sociedad, y quizá sean todas válidas. Pero en el andar por esos caminos, lo que se percibe en la práctica periodística cotidiana es que hay empresas de comunicación que son capaces de mostrar lo peor de sí, de disfrazar el odio de noticia y de convertir el deseo del mal en una estrategia metódica e inescrupulosa.

Ese límite cruzó ayer el opositor diario Clarín, que lamentó en tapa que los estudios finales de la tiroides extirpada a Cristina Fernández de Kirchner modificaran el primer diagnostico y revelaran que la Presidenta no tenía cáncer, sino nódulos benignos.

Resuelto a ocultar las explicaciones científicas del caso, el matutino regenteado por Héctor Magnetto hizo un título catástrofe: “La Presidenta fue operada por un cáncer que no tuvo”. Se lamenta, casi como deseando no dar la noticia sobre la buena salud de la jefa de Estado. Clarín elige no ver, como sí lo hizo el diario La Nación, los argumentos médicos del caso. “Al diagnóstico de cáncer de tiroides se arribó a partir de una ecografía de rutina, en la que se observó la presencia de nódulos que luego fueron analizados mediante una punción citológica. El análisis de la punción se repitió cinco veces para confirmar el resultado. La punción es siempre un estudio orientador, nunca un diagnóstico definitivo. Eso se obtiene cuando se saca la pieza para su estudio histopatológico. Una cosa es analizar células, y otra es el análisis de todo el tejido y de sus estructuras”, coincidieron los médicos consultados por el diario de Bartolomé Luis Mitre.

Apenas poco menos sutil y elíptico que Clarín fue el siempre opositor Perfil con su título “Operación tiroides”, como deslizando que la cuestión resultó un plan oficial vaya a saber para qué. Quizá el mismo diario de Jorge Fontevecchia debería haber revisado sus últimas tapas, en las que habla de los altos niveles de adhesión que conserva la Presidenta, incluso luego de haber tomado decisiones antipáticas para la sociedad como la eliminación de los subsidios a las tarifas de energía.

Quizá se ha naturalizado la idea de que los medios de comunicación responden siempre a intereses que van mucho más allá que la mera interpretación de la realidad, pero hay límites que algunos medios no están dispuestos a respetar. Son esos mismos que acusan constantemente al gobierno de fomentar la “crispación” y responden con el odio y el deseo del mal.

DIARIO CRONICA - GRUPO CRONICA
http://www.cronica.com.ar/diario/2012/01/09/19488-desear-el-mal-un-plan-sistematico.html