Santa Fe, 23 de noviembre de 2011
La situación en Radio Nacional Santa Fe:
LA MENTIRA DE LOS PERSONEROS DEL PASADO
Al haber tomado conocimiento de un comunicado de prensa presuntamente firmado por una parte del personal de LRA 14 Radio Nacional Santa Fe, en la que se acusa al director de la emisora, Daniel Ríos, y “un grupo de contratados por él dirigidos”, de ser autores de “injuriantes avances de acoso laboral, persecuciones, descalificaciones, discriminaciones que atentan en la salud física, psíquica y emocional”, nos vemos en la obligación de responder a esas falaces acusaciones. Y debemos aclarar que quienes hemos sufrido maltrato laboral, desprecio y agresión somos los trabajadores que nos sumamos en esta etapa, y no desde la conducción de la emisora.
Desde el inicio de este período hubo un fuerte rechazo a nuestra presencia de algunos empleados que lograron su cargo en otras gestiones, fundamentalmente aquellos que lo hicieron durante gobiernos anteriores, democráticos o no. Desde nimiedades como evitarnos el saludo hasta murmullos con descalificaciones acerca de la extracción social del director y de trabajadores que se sumaron a su proyecto, con particular preponderancia por su paso por la radio comunitaria FM Chalet 100.9 del siempre postergado cordón oeste de la ciudad, fueron y son parte de nuestra cotidianeidad laboral.
El destrato posteriormente tuvo su correlato sindical. Pese a los reiterados buenos oficios de la conducción de la Asociación de Prensa, jamás se nos invitó participar de reuniones y asambleas por ser “contratados” y, al parecer, desde su óptica, estar un escalón por debajo en la consideración gremial y laboral. Esas decisiones estuvieron fuertemente avaladas por los delegados, José Zenclussen y Pilar Guala, quienes se negaron a representarnos pese a estar obligados, moral y legalmente, a hacerlo. Curiosidades de ciertos dirigentes de los trabajadores: mientras en la enorme mayoría de las organizaciones se puja por lograr la estabilidad de los compañeros, aquí la pelea insólitamente es por conquistar despidos.
Nuestra respuesta fue siempre el silencio, con el objetivo de evitar rispideces que pusieran en riesgo el proyecto de comunicación popular que abrazamos al sumarnos a esta etapa de Radio Nacional Santa Fe. Así, masticamos bronca y deglutimos orgullo personal, siempre en pos de una meta mayor en términos colectivos. Eso sí, decidimos no renunciar jamás a nuestra condición de trabajadores, incluso de militantes sindicales, que podemos ofrecer con nuestra trayectoria en ese plano una conducta clara y corroborable, a costa a veces de perder nuestros empleos y ser injuriados por las patronales.
Fue por eso que escasos meses atrás decidimos abandonar la postura de cabeza gacha y participamos de una asamblea en donde se definía la fecha y condiciones de la elección de delegados, con presencia de buena parte de la dirigencia de la Asociación de Prensa de Santa Fe, inclusive el secretario general Pablo Jiménez. Fuimos con una pregunta clara y concisa para los posibles candidatos, siempre en el marco del respeto: ¿Nos van a representar como trabajadores que somos o vamos a continuar siendo empleados kelpers? La negativa se mantuvo. Más aún, se nos pretendió negar nuestra participación en los comicios, no como postulantes (cosa que nunca pretendimos) sino apenas como votantes. Al no llegar a un consenso en este punto, se acordó suspender la elección para intentar avanzar en el diálogo.
La siguiente noticia que tuvimos fue la que motiva esta declaración. A través del gremio Aatrac, cuyos dirigentes jamás nos dirigieron siquiera la palabra en todo este tiempo, se difama con una bajeza incalificable al director de Radio Nacional y a su “entorno”, que según esta particular visión vendríamos a ser nosotros. Todavía más: se reclama la intervención de la emisora, en una muestra abierta del interés destituyente que anida en esta operación.
Nuestro compromiso claro, contundente y verificable en dichos y hechos en pos de una comunicación democrática y popular, en defensa de los derechos humanos y en la lucha por los genuinos derechos de los trabajadores es demostración palmaria de que aquí hay una infamia. PORQUE JAMÁS FORMARÍAMOS PARTE de un proyecto en donde el maltrato, la censura y la agresión de cualquier tipo estuvieran presentes. El COLMO DEL DISPARATE sería que además seamos miembros de una patota. Amén de intereses personales y sectoriales inconfesables, quizás el motivo del ataque del que somos víctimas sea precisamente éste: el profundo desprecio por nuestras opciones ideológicas y nuestro amor al oficio periodístico.
Queremos agradecer especialmente a los compañeros de planta permanente que no se sumaron a esta vergonzosa movida, por su valentía y alto sentido ético. A quienes sucumbieron ante la presión o seducción de los motorizadores de esta operación, sepan que no les guardamos rencor, pero sí perdieron nuestro respeto. Y a quienes activaron fervorosamente esta inmundicia, tengan algo en claro: todos saben perfectamente quién es quién.
Nunca fue nuestra intención dar esta discusión ante la opinión pública, porque consideramos que se trataba de un debate interno de un equipo de trabajadores y que debía ser canalizado en todo caso en una instancia sindical. Pero semejante acción difamatoria, propia de los basurales del gremialismo, de los albañales del oficio periodístico y de las oscuridades de los servicios de inteligencia, no podía dejar ser pasada por alto.
Gustavo Castro – DNI.: 24.267.582
Nicolás Lovaisa – DNI.: 28.764.066
Javier Gatti – DNI.: 23.622.477
Alba Saracio – DNI.: 32.556.776
Taiana Castro – DNI.: 35.221.508
Sebastián De Marco – DNI.: 29.054.405
Romina Mansilla – DNI.: 25.651.305
Soledad Mizerniuk – DNI.: 28.764.593
Claudio Cherep – DNI.: 22.526.408
Salomé Sencar – DNI.: 32.176.408
Mariana Steckler – DNI.: 22.715.016
Alejandra Escalas – DNI.: 31.058.703
Diego Meloni – DNI.: 29.048.206
TELÉFONOS DE CONTACTO
Gustavo Castro // 342 154364869 - Nicolás Lovaissa // 342 155449999
Claudio Cherep // 342 4066523
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