“Hicimos una buena jugada pero perdimos el partido. Nos fue bien con la lista de diputados, que quedó integrada por los tres sectores que participaron en la interna –el de Rafael Bielsa (su hermano), el de Rossi y el de Omar Perotti– pero no nos fue bien en la categoría a gobernador”, explica la actual concejal de Rosario, en clave futbolera.
–¿Por qué?
–Porque no logramos retener los votos que tuvimos en las internas. En parte, porque la defensa de Rossi del Ejecutivo nacional generó un posicionamiento frente a la población que cuesta revertir. Y, en parte también, por la aparición de Miguel Del Sel.
–Una figura del macrismo que cosechó votos para gobernador pero no tuvo éxito con su lista para otros cargos...
–Pero traccionó votos que tradicionalmente hubieran ido a nuestro sector. Por eso es una elección a escuchar. Del Sel decía que no sabía gobernar y no tenía equipo para hacerlo, y aun así amplificó su elección. Hubo un voto masivo al personaje cercano, que se metió en la casa de los santafesinos a través de su popularidad televisiva, y una dosis de voto antipolítico.
–¿Y cómo analiza el perfil de Binner, que obtuvo el 10,8 por ciento en las primarias?
–Hay que tener en cuenta que Binner, en Santa Fe y luego de la elección para gobernador, no quedó bien posicionado. Su frente estuvo integrado por radicales y socialistas y eso genera una enorme contradicción política e ideológica. Según palabras de su candidata a vice (N. del R.: la senadora Norma Morandini), Binner sería la centroizquierda y Alfonsín la centroderecha. Pero ambos candidatos presidenciales están juntos en la provincia. Es decir, sostienen algo insostenible en el tiempo.
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