Pelé, el más grande (3º parte)

Como la cuestión futbolística despierta pasiones incontrolables voy a dedicar esta columna a hablar del Pelé íntimo. Veamos si así se aplacan un poco los lectores de este blog y dejan de agredir con sus comentarios.

Pelé fue un ganador adentro de la cancha aunque no tanto en su vida sentimental. Lo cierto es que sus comienzos como empresario fueron un desastre.

Conformó una sociedad con dos compañeros y se dedicaron a construir pequeños edificios. Compraron también una empresa de materiales de construcción llamada “La Sanitaria Sentista”, pero como viajaban mucho por el fútbol dejaron todo en manos de un amigo, apodabado “Pepe Gordo”, y tal vez por inexperiencia terminó muy mal. Después con Zito invirtió en una firma de látex llamada “Fiolax”, en que también les fue mal.

“Feliz en el juego, infeliz en el amor” es un dicho popular que no puede aplicarse al Rey. Tuvo muchas novias alrededor del mundo, pero cuando conoció en Santos a Rosemary Cholby, tomó la decisión de abandonar el equipo de los solteros.

Se conocieron en un partido de básquet en el club. Ella era hincha del Corinthians, un equipo al que en toda su carrera le convirtió 50 goles y sobre el que mantuvo una paternidad de 11 años.

En 1966 Pelé y Rosemary se casaron y tuvieron tres hijos: Kelly, Edinho y Jennifer. El matrimonio duró hasta 1978, año en que se separaron, lo que le permitió a Pelé libertad para volver a hechizar a sus admiradoras, dedicándose 16 años a la “dolce vita” de soltero.

En 1990 reconoció espontáneamente su paternidad sobre Flavia Kurtz, mientras que en 1996 reconoce judicialmente la paternidad sobre Sandra Regina Machado.

En 1993 Pelé se reencuentra con un antiguo amor, la psicóloga Assíria Seixas Lemos, madre de Gemina. En 1994 Se casan y Pelé adopta a Gemina. En 1996 el matrimonio se convierte en papás de los gemelos Joshua y Celeste.

Discrepo totalmente con aquellos que dicen que “se juega como se vive”, dando a entender que si uno es un gran jugador es una gran persona y mejor compañero. Nada tiene que ver una cosa con la otra, y quienes esto sostienen olvidan que el fútbol es, antes que todo, un trabajo.

Aun así, para el caso de Pelé creo que esta frase es válida, aunque debería ser reformulada: Pelé vive, y vivió, como trabaja, y ese es el secreto de todo Rey.

Che, Barricada, fijate que me están puteando en algunos comentarios. Borralos, o sino en esta nota inventame un pseudónimo. Tratá de no hacer como siempre que copias y pegás esto. Dale un poco de forma, y por favor no te olvides de poner que el 7 de octubre presento mi libro en la Feria del Libro de Santo Tomé a las 7 de la tarde.

PD: El miércoles quedó un calzoncillo celeste en casa y pude esconderlo antes que llegue Sole. ¿Es tuyo?
Un abrazo.