30/9/11

Las corporaciones largan sus Demonios de Tasmania

Por Claudio Leoni

Vaciar la legitimidad institucional del triunfo de Cristina Fernández es la nueva estrategia de las corporaciones económicas. Frente a la imposibilidad de construir y conducir un frente opositor, ahora intentan desprestigiar la capacidad de la oposición para restar valor institucional a la reelección de CFK.

Son como el Fondo Monetario, siempre usan las mismas recetas. Populismo Vs Democracia; El
autoritarismo de las masas Vs las elites republicanas. “El Kirchnerismo no le gano a nadie, porque frente a él había una oposición incapaz de construir alternativas políticas contra a la corrupción y el autoritarismo”

Con esa directiva los grupos económicos concentrados largaron a los monopolios mediáticos como “Demonios de Tasmania”
para comerse sus propias crías. No tienen espacio para repetir la fórmula venezolana de impedir la participación electoral de la oposición, pero si lo encontraran lo harían.

Ahora meterán el huevo de la serpiente adentro del oficialismo, para agudizar sus propias contradicciones y socavarlo desde adentro. La historia no tan lejana nos muestras el uso de estas recetas.


Lucas Lanusse (nieto del General Alejandro Agustín y autor de Montoneros: "El mito de los 12 fundadores") nos contaba a un grupo de amigos peronistas reunidos en el cumpleaños de Carlos Kunkel, como planificaron los golpistas de la Revolución Argentina permitir el retorno de Perón y entregar el Gobierno al Peronismo.

Habían fracasado en sus objetivos de desmontar el Estado de Bienestar consolidado durante la década peronista. La resistencia sindical y las luchas populares les resultaban imparables.

“Había que irse, pero dejar el huevo de la serpiente adentro de un Movimiento que tras los pocos años de vida que le quedaban a Perón no podría resolver sus contradicciones internas y eso desataría una especie de guerra civil, que solo las Fuerzas Armadas podrían resolver y así volverían para terminar el trabajo”.

El 24 de Marzo de 1976 vieron cumplir esa meta. La idea no era de los militares, era de las corporaciones y las multinacionales. Sur, paredón y después… neoliberalismo.

Con dos compañeros concurrimos a gestionar la presencia de Cristina en un acto de campaña en Santa Fe. En la sala de reuniones de la Casa de Santa Cruz, y a los pocos días de que Néstor Kirchner obtuviera el segundo lugar y su participación en la segunda vuelta, él tenía información o estaba convencido, que Menen bajaría su candidatura para impedir un amplio apoyo popular y así dejar disminuido su poder político para ser condicionados en sus políticas de Estado frente a los grupos de poder.

Con el tiempo conocimos las exigencias trasladas a Kirchner por Clarín y La Nación, voceros de las corporaciones beneficiadas durante el modelo menemista.


Hoy las experiencias vividas por los liderazgos de nuestro Movimiento Nacional parecen repetirse. Es otro contexto histórico, no estarán ni las AAA, ni López Rega, tampoco Menen se baja de una segunda vuelta.
Pero la oposición no llega hacer sombra a una segura reelección de Cristina Fernández de Kirchner, y muchos de los que abandonan los barcos que se hunden después de la primera vuelta, vienen con planes de generar un motín e intentar tomar el timón desde adentro de nuestra propia nave para cambiar el rumbo de nuestro destino… El Proyecto Nacional y Popular.

Solo hay que mirar en cada pueblo, en cada territorio y especialmente en la escena nacional quienes llegan, quienes vuelven y la honestidad de sus objetivos.
Los que cortaron las rutas para defender las Agropatronales, los que se opusieron a la ley de medios, los que no votaron el presupuesto o el matrimonio igualitario, los que intentaron condicionar al Banco Central, los que organizaron marchas contra la inseguridad, los que se espantaron de la CGT y reclamaron el vaciamiento del ANSES o se opusieron a la Re estatización de las empresas privatizadas, los predicadores de la inflación, los que... etc, etc.

Ahora, Kirchneristas somos todos.

Solo los trabajadores, los jóvenes, los militantes populares podrán evitar la repetición de los acontecimientos históricos que retrasan los procesos de cambio. La reelección de Cristina está asegurada y el rumbo de nuestra Patria al menos por 4 años más, mientras tanto debemos trabajar para que la organización popular nos haga artífices de nuestro propio destino.

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