Vaciando palabras

Se quejan muchos porteños kirchneristas y también otros porteños que son progresistas, de Macri, de su forma de gobierno, de sus ideas, de sus acciones, en una palabra, se quejan de todo. Yo les digo, disfruten, muchachos, disfruten. El capitalismo tiene sus bondades que otros sistemas no.

Ustedes no saben los que es vivir bajo un regimen socialista como el de Binner que todo los días recorre la ciudad con su fuerza de choque la grito de “Córranse o los expropiamos a ustedes también, putos!”

Yo sé que el capitalismo no es lo mejor, ni siquiera lo menos malo, pero ustedes no tiene idea lo que es vivir en un clima de conflictividad permanente, con empresarios que sólo trabajan para pagar los elevadísimos impuestos que los discípulos de Marx y Engels aplican a los que producen.

Y ni les digo lo que fue cuando la muchachada se enteró, gracias a estos señores, que había una cosa que se llamaba plusvalía. Ahora todos los días piden aumento de eso, que siguen sin saber qué es, pero los socialistas para crispar nomás lo sacan a relucir en todos los discursos.

Disfruten porteños, sanjuaninos, cordobeses, catamarqueños, etc., disfruten un poco más del capitalismo, y si pueden acumulen porque estos llegan y van por todo. No se andan con chiquitas.

Te hablan todo el día de la alienación del trabajo y cosas así, que para un peruca como yo debe ser algo que no existe como el subconsciente o la llorona, y parece que esa alienación es la que te impide casi ser persona. Y en eso andan estos muchachos desde el 2007: nos están liberando de algo que llaman el yugo capitalista.

Disfruten, amigos entrerrianos, mendocinos, jujeños, santacruceños y otros más también, disfruten mientras puedan. Yo sé lo que les digo. Uno pensaba que con lo que uno tenía más lo que el socialismo iba a repartir a esta altura iba a tener como tres casas –una con pileta- dos autos y un lavarropas, pero no, nada de eso llegó.

Ni que hablar del quilombo que se armó cuando amenazaron con la reforma agraria, la tierra para el que la trabaja, para el pueblo lo que es del pueblo, y todo eso que decían las canciones de protesta de los ’70. No se lo deseo a nadie.

Disfruten. Aguanten unos años más aunque sea. Garanticen una buena renta para que sus hijos se puedan ir del país a seguir disfrutando del capitalismo en otros paises porque que con el socialismo todo el día peleando -y ganando- contra las corporaciones es imposible vivir.

Un poco de revolución está bien, ¿quién no quiere? pero a estos de les va la mano.

Encima como un avance hacia el partido único de la revolución, inventaron esto de la boleta única y en las listas sólo ponen campesinos, obreros y estudiantes para luchar por la paz. ¿Y los abogados que tanto de prepararon? ¿Y los médicos? ¿Y los farmacéuticos?, se preguntan muchos. Pero claro, todavía tenemos la cabeza formateada por el capitalismo, nos explican.

Aguanten un poco más, yo sé por qué se los digo. Encima a esa boleta única se la dieron a imprimir a prósperas empresas como Clarín y El Litoral, pero no para que se desarrollen y vuelvan a invertir como indica la lógica, sino con la ladina intención de desabastecerlos para sus propias publicaciones. Ahí están las dos empresas sufriendo por un contrato que si no cumplen seguro que le estatizan la imprenta.

Misioneros, Bonaerenses, Correntinos, Chubutenses, Rionegrinos, disfruten antes que les llegue el socialismo. Todavía no largaron pero dentro de poco lo único que vamos a poder leer va a ser una especie de Gramna, con columnas de los sub-comandantes revolucionarios Bonfatti, Sciara, Storero, y los domingos las del Comandante Binner. Es terrible nuestro presente y nuestro futuro.

No se crean el discursito ese que van a exportar el “Modelo Santafesino a la nación”, y que eso es solamente honestidad, gestión y transparencia. Es más que eso. Un sinnúmero de cosas y todas feas para alguien nacido y criado en el capitalismo. Piensen que sólo van a poder mandar a sus hijos a escuelas. Basta de colegios.

Y ni que te digo de la religión. A la mierda dios y todo eso en lo que uno creía. Van a cerrar las iglesias porque no creen en nada. Y van a cerrar los casinos, no se va a poder jugar al Quini 6, ni una redoblona en la quiniela, porque el juego es el impuesto a los tontos, dicen a viva voz.

Disfruten. Ustedes todavía entre sus clases se llevan bien. Nosotros acá estamos en plena lucha de clases por el control de los medios de producción. No sé qué va a pasar. Yo 4 años más de esto no creo que pueda bancarme. Si llegan a la nación me voy a Uruguay, Chile o Brasil, que dicen está bárbaro.

A propósito, parece que alguien por ahí está vaciando de contenido algunas palabras. Habría que ponerse a redefinirlas.