29/4/11

Néstor y la inundación de Santa Fe

Por Claudio Leoni
El 27 de abril del año 2003, estábamos solos en el Comando Electoral “Kirchner Presidente”. Cuando digo solo me refiero a que ningún dirigente santafesino hoy enrolado en el Kirchnerismo estaba presente. Es más, muchos de los compañeros que hoy integran lista en el Frente para la Victoria apoyaban a Carlos Reutemann (no critico, recuerdo). Los resultados electorales nos ponían 4° o 5° detrás de Menem, Carrió, López Murphy.

Obeid, había preparado una gran fiesta para aprovechar un buen resultado electoral en Santa Fe y revitalizar su candidatura a la gobernación. Ante el escaso acompañamiento de los santafesinos a Néstor, el futuro Gobernador de Santa Fe decidió quedarse en su propio comando y no hacer declaraciones.

Ya con las tendencias irreversibles y el salón de calle Irigoyen Freyre casi vacío, se acercó un grupo de periodistas para evaluar el resultado. Les advertí, que para “nosotros” el resultado era un triunfo histórico y que Néstor Kirchner seria presidente en una eventual segunda vuelta. Las caras de los periodistas marcaban la incredibilidad en mis afirmaciones. La noche estaba espantosa, la lluvia no daba respiro a la creciente del Salado.

Nacía una esperanza para la Argentina, pero la lenta muerte del neoliberalismo se llevaba más víctimas que la resistencia del 2001. El Gobernador aplico el ajuste, su Ministro de Economía (ex funcionario de la dictadura, hoy candidato a Gobernador) no puso los fondos y la defensa costera no se terminó por que había que achicar el gasto público y el dique que constituía el puente de la Autopista no podía tocarse porque era “privado”.

El 29 de Abril, la inundación dejaba 23 muertos que en el transcurso de los días se transformaron en 100. La ciudad de Santa Fe perdió su autoestima, aun hoy pesa haber sido sepultada por las aguas en sus barrios más humilde. El Neoliberalismo dejaba uno de sus peores rastros en el retiro del Estado.

En esos días, mientras se preparaba la estrategia política para ganar en la segunda vuelta, suena mi teléfono y el Gordo Muñoz me dice: el Dr. Kirchner quiere hablar con vos. Me supuse inmediatamente que tenía que ver con la segunda vuelta electoral. No, quería saber que estaba pasando en Santa Fe.

En la pequeña charla, le dije que le pida a Duhalde (entonces Presidente) que instale al Gobierno Nacional, que además de caos había anarquía y desolación. Me dijo algo como que él se iba a ocupar o que yo me despreocupara, no me acuerdo, tal vez por la emoción de saber que estaba hablando con el futuro Presidente de los Argentinos.

Mientras daba refugio a familiares en mi casa, coordinábamos el pedido de donaciones en la FESTRAM y ayudaba con la comida a las familias alojadas frente a mi casa, vi aparecer camiones del ejército, vehículos y ambulancias del Ministerio de Salud de la Nación. Supe inmediatamente que Néstor Kirchner cumplia con su primer compromiso con los santafesinos.

Todavia estamos abriendo los juicios de los genocidas de la dictadura, pero el genocidio del liberalismo no puede quedar impune. También, si no retrocedemos, habrá juicio y castigo a los culpables del genocidio social y económico cometido por un modelo de pobreza y exclusión.

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