Viaje de ida

Cuando Diego Capusotto hizo "Hasta cuando?", un pequeño sketch imitando a los programas de radio de la mañana, jamás imaginó que luego iban a imitarlo a él. Tampoco imaginó que pudieran sobrepasar el absurdo que él mismo planteaba.

Veamos qué pasa cuando un periodista de espectáculos cruza ese límite y se ubica en un punto que lo deja sin retorno de la estupidez.

Lunes 17 de enero de 2011, diario La Nación, sección Espectáculos.
Volanta: Malparida, reflejo de una sociedad degradada
Título: Venganza en lugar de justicia
Autor: Hugo Beccacece

Vamos a copiar algunos párrafos de la nota: "... En primer lugar, habría que subrayar un elemento común a las ficciones televisivas más recientes: Valientes , la anterior producción de Pol-ka, así como Caín y Abel , Malparida y el teleteatro que la sucederá, Herederos de una venganza , desarrollan tramas que giran alrededor de una revancha. Es raro que los productores de televisión piensen que ése sea el tema de más rating y desconfíen de la variedad. Algo habrán intuido..."

Ahora escuchemos a Bobby San Sorete, el periodista de espectáculos preferido de este blog, que nos cuenta los estrenos de la semana:

Volvemos a Hugo: "Hay, por lo menos, dos razones que impulsan a vengarse. Uno se venga para resarcirse de un agravio o un perjuicio del que se es víctima, aunque ese daño no haya sido ilegal..." "... . Es sugestivo que, en el último tiempo, al hombre o la mujer que actúa de ese modo, se le aplique, en la Argentina, la expresión "justiciero", de significado por completo distinto. En el Diccionario de la Real Academia Española , "justiciero" es quien "observa estrictamente la justicia en el castigo de los delitos"..."

Este párrafo amerita que aparezca nuevamente San Sorete y nos cuente sobre la gira de Madonna.
Escuchemos:

Nos seguimos apasionando con Beccacece: "... La venganza es común en las sociedades donde la justicia del Estado no funciona, en las que los delitos sólo son castigados por medio de un escarmiento privado, es decir, otro delito. La organización mafiosa, a la manera siciliana, es uno de esos ejemplos de trama social, donde la venganza se convierte en un método de "justicia"...." "... En el caso de Malparida , la venganza responde al primer tipo, a un hecho que, en principio, no tiene nada que ver con la delincuencia; sin embargo, como casi toda venganza, produce delincuentes y revela la degradación social del país..."

Por favor San Sorete, intervenga y ponga usted un poco de cordura.
Vamos nuevamente con los estrenos de la semana:

Sigue Huguito: "La Argentina es uno de los países en los que la Justicia, en la ficción y en la realidad, no funciona bien y donde está muy difundida la idea, real o fantaseada, de que distintos grupos mafiosos ejercen y se disputan el poder. A la corrupción de los funcionarios políticos, la policía y la presunta complicidad de los magistrados con los poderosos de turno (a veces probada), se suma una legislación que no parece la más adecuada. Todo eso se ve en Malparida..."

Otra sana reflexión de nuestro amigo San Sorete sobre la llegada de la Filarmónica de Boston y su repertorio:

Pero dejemos ya a nuestro querido San Sorete y finalicemos la nota de nuestro nuevo amigo, Hugo Beccacece: "Malparida es un entretenimiento muy bien pensado, porque ¿a quién le importan las debilidades de un libreto inverosímil, si en cada capítulo hay un asesinato, una traición, un adulterio, una espalda y un torso desnudos, un tabú pisoteado y la cara perfecta de belleza y maldad de Juana Viale? Nadie duda de que, al final, ella recibirá el merecido castigo y todos nos sentiremos buenos, higiénicos y absueltos de haber visto tanta crueldad amontonada..."

Gracias Hugo, a partir de ahora te empezaremos a leer con más detenimiento, pero ya te adelanto que con esta nota le ganaste por varios cuerpos a San Sorete y ya no tenés retorno.