Como era el único que estaba ahí, y además la autora pone a este episodio como uno de los motivos de su alejamiento del gobierno, el bueno de Alberto viene a desmentir el hecho, a la vez que aclara que no fue consultado para el libro por la señora Silvina.
El resto, son palos para todos, y el relato de Alberto podría resumirse así: "Aquellos, son unos hijos de puta, pero los del gobierno no hacen bien las cosas tampoco".
Escuchen.
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