Homenaje de un empresario a un represor

El empresario rafaelino Guillermo Remonda de a poco se ha ido quedando con el Diario Castellanos y es lo que comunmente se llama un personaje particular. En su coqueta oficina se destaca una enorme vitrina de armas, una foto con Benedicto 16 y otra con Ricardo Lorenzetti, presidente de la corte suprema y rafaelino como él.

Está casado con Magdalena Williner, hija de Alfredo Williner, el creador de "Industria láctea Williner" y "Lacteos Ilolay", que controló hasta su muerte en 2008. Ese año se constituyó "Sucesores de Alfredo Williner", una empresa que hoy se dedica a procesar 440 millones de litros de leche que se transforman en una completa línea de productos comercializados con las marcas Ilolay e Ilolay Kids.

Gente de mucha plata y de lo que se conoce como el establishment de la ciudad. Hasta ahí todo bien, o casi.

El problema surge cuando el tipo en su oficina te convida un mate. Así como a nadie se le niega un mate, tampoco se le rechaza, salvo que uno tenga algún que otro "prurito ideológico": La bombilla con la que Remonda convida sus mates está adornada y decorada por una esvástica, así que en caso de visitarlo, recomiendo llevar preparada la frase "No, gracias" o alguna similar.

Podría pensarse que el tipo es un freak, un distinto, un excéntrico y que ni las fotos, la vitrina o la bombila contituyen por si mismas definiciones ideológicas, pero informo que no es así.

Para ver lo que Remonda piensa basta con leer unas líneas que publicó el 7 de marzo de este año. Tres días antes había muerto Albino Zimmerman, Coronel retirado del Ejército y Jefe de la Policía de la provincia de Tucumán durante mayo del 76 y junio del 77.

Era uno de los 7 represores juzgados junto Antonio Bussi.

El empresario Guillermos Remonda homenajeó a Zimmerman con un escrito que tituló "El Coronel tiene quien le escriba", que aquí de reproduce:

"A pesar de vivir en un momento histórico en el que defender el nombre y los derechos de un militar no es solo políticamente incorrecto sino que puede ser considerado por algunos desmemoriados y trasnochados como una apología del delito, voy conscientemente a cruzar esa puerta, por una deuda moral que todos los argentinos tenemos para con estos hombres a quienes tan mal le estamos pagando.

Albino Mario Alberto Zimmerman nació aquí cerca, en Sarmiento, hijo de Guillermo y Mercedes Zimmerman, curso sus estudios primarios en nuestra ciudad en el Colegio San José de los Hermanos Maristas, continuó los mismos en Santa Fe en la Inmaculada de la Compañía de Jesús y luego ingresó al Colegio Militar de la Nación en el año 1950. Alcanzó en grado de Coronel del Ejército Argentino, Oficial del Estado Mayor del Ejército, en el arma de Artillería. Dueño de una inteligencia particular y de una dedicación notoria se destacó entre sus pares y fue dueño de una capacidad de mando envidiable.

Cuando la Argentina se desangraba en una lucha irracional y fratricida, fue enviado a la zona más caliente de todas, a Tucumán, provincia que fue durante un tiempo zona liberada, las milicias insurgentes controlaban vastas áreas del territorio, imponiendo por la fuerza una ideología marxista y apátrida, destruyendo a su paso a la misma Argentina.

Para allá partió el joven oficial cumpliendo órdenes de sus superiores y acompañado siempre por el profundo amor que le profesaba a la patria. Se desempeño en la selva con la valentía propia de un soldado y contribuyó con su esfuerzo a recuperar el territorio perdido.

Cuando la guerra dejo los montes y se mezcló en las calles, el Coronel Albino Mario Alberto Zimmerman ocupó el cargo de Jefe de Policía de Tucumán, desde donde siguió combatiendo por y para los argentinos, poniendo en riesgo su vida de forma diaria.

Ayer murió, en condiciones que no le era propias, en medio de un proceso judicial armado por los políticos actuales ostentadores del poder, aquellos derrotados en los ´70 que en su mezquindad suprema utilizan las armas de la democracia que supieron combatir para humillar a todos aquellos hombres que con bravura los derrotaron.

Así les ha pagado la sociedad actual los servicios prestados, así se le paga a todos aquellos hombres que dedicaron su vida a salvaguardar la integridad de la Nación. Entre abucheos e improperios pasó sus últimos días, pero con la entereza de un guerrero que sabe que lo que hizo no fue por él sino por todos y por la Argentina que tanto quiso.

Ayer murió un soldado, oficial y héroe, solo cabe esperar el juicio de la historia, cuando las mentiras actuales caduquen, cuando la memoria sesgada sea superada, en el que sin duda será rescatado del oprobio al que fue sometido con fines electoralistas y populistas, para agradecerle la dedicación vital a una causa justa y para devolver su nombre al Panteón de los Mártires." (Fuente: Periodismo de Verdad)

Los compañeros del Sindicato de Prensa están trabajando para reincoporar periodistas despedidos del diario. También para que se cumplan con los aportes que la empresa tiene que hacer a los trabajadores. Con este muchacho tienen que negociar.

Va a salir todo bien; eso si, no se olviden de llevar el mate de periodista.